Los hechos se remontan a 2005, cuando Diego Giménez, en compañía de unos amigos, robó material en una tienda, travesura que fue advertida por la profesora, anteriormente nombrada. A cambio de guardar silencio ante los padres del menor, le instó a acusar falsamente de abuso sexual a los señores José María Hill y Ángel Balseca, dos profesores del mismo centro. El menor, por miedo a las represalias por su travesura, accedió a declarar falsamente contra los monitores. Actualmente, José María Hill cumple condena en la prisión de Lledoners.