Según la OMS, unos 200.000 trabajadores fallecen como consecuencia de su exposición al humo del tabaco en sus lugares de trabajo. Del mismo modo, 700 millones de niños, casi la mitad de la población infantil mundial, respiran aire contaminado, por el tabaco, habitualmente en sus propias casas. Así, un estudio realizado en 2005 entre estudiantes de entre 13 y 15 años, de 132 países, dio como resultado que el 43,9% de los jóvenes eran fumadores pasivos en sus casas.