Extraído de la noticia: "En los últimos años, las solicitudes provinieron de mujeres cada vez más jóvenes, a menudo de unos 20 años", indicó la hermana Agnès Mary, madre superiora de la comunidad Sisters of Life de Nueva York. Todas se diplomaron, viajaron y vivieron en contacto con el mundo contemporáneo. Abandonaron su teléfono móvil, sus i-Pod, a veces a sus novios, para integrar dormitorios comunes o incluso celdas monacales, y su guardarropa se reduce ahora al hábito religioso.