Un niño de seis años al que su tía arrancó los ojos podría recuperar parcialmente la vista gracias a un médico de Hong Kong que le ofreció operarle para implantarle dos "ojos electrónicos". Guo Bin, de 6 años, fue hallado el mes pasado cubierto de sangre cerca de su casa en la provincia de Shanxi, en el norte del China, con los dos ojos arrancados. Su tía, sospechosa de haber cometido el acto, se suicidó la semana pasada lanzándose a un pozo y en su ropa se encontraron restos de sangre del niño, según la agencia Xinhua.