El Gobierno de Australia ha salido en defensa del fundador de Wikileaks, Julian Assange, que desde ayer está detenido en Londres acusado de violación y abusos sexuales cometidos, presuntamente, el pasado verano en Suecia. El ministro australiano de Exteriores, Kevin Rudd, ha culpado al Gobierno de EEUU, y no a Assange, de la publicación de los 250.000 documentos diplomáticos del llamado cablegate. Es EEUU quien ha perdido esos documentos, por lo que Rudd considera que el único responsable legal es la persona que filtró esos documentos.