Por Alejandro Rozitchner (filósofo)- No me gusta la costumbre que tienen muchos de darles besos en la boca a sus hijos. Me parece que se pasaron de modernos, o que padecen una confusión. Soy de los que creen que los besos en la boca pertenecen al ámbito de la intimidad erótica, y que no corresponde hacerlos parte de otro tipo de relaciones. Y mucho menos, con los hijos o las hijas. Pero, además, no entiendo el deseo de los padres de besar a los hijos en la boca. ¿Para qué?