Cuando Rajoy entró en Moncloa adoptó una táctica para combatir el déficit que ha salido rana: subir impuestos y recortar gasto. No hay que ser economista para concluir, tras meses viendo crecer la burra, que los ingresos han bajado y los resultados no han llegado. Con más de 5 000 000 de parados, perspectivas de trabajo casi nulas, un mercado de trabajo que es la vergüenza de Europa, el déficit desbocado, la deuda privada fuera de control y el consumo y la inversión hundidas en el barro, me pregunto: ¿qué esperan para cambiar el planteamiento?