Yonah Freemark y Jebediah Reed, dos expertos estadounidenses en desarrollo urbanístico, examinaron, en un reciente estudio, el resultado de la demolición de cuatro grandes autovías urbanas y la creación, en su lugar, de ríos y parques. En todos los casos, después de la demolición de las autopistas, las respectivas ciudades adquirieron mayor belleza. Lo extraño del caso es que el estudio también demuestra que, una vez destruidas las grandes autopistas, la situación del tráfico de la zona mejoró. El fenómeno de la "Paradoja de Braess". Vía Chuza