Arcadi Espada: "Unas gentes llegan a un lugar público para hablar de política. En la puerta les han organizado, con la colaboración por pasiva de la policía, unas horcas caudinas. Insultan: hijo puta, lárgate, mierda, fascista. Golpean cacerolas: en la boca del oído de los que pasan. Les zarandean, les golpean, los fríen a toquecitos subterráneos en el estrecho pasillo, cada vez más agobiante. Los que pasan aguantan... Uno de los que pasan, frito, extiende su brazo y se abre paso. La secuencia. El PP también pegó, dice la Ser"