A la mente llegan imágenes y sensaciones que parecen haber sido vividas con otros cuerpos, en otras vidas pasadas. Y sin embargo, el alma tiene la sensación de continuidad, la sensación de que vive una vida muy larga en el tiempo. Así que en realidad sólo existe una vida, que es la vida del alma. Vivimos en dos tiempos: el tiempo físico con un desarrollo lineal, que podría representarse con una línea horizontal, y el tiempo del alma, que es la eternidad, que podría representarse con una línea vertical.