1. Cuando el ingeniero de sistemas le diga que acude en su ayuda, desconéctese de la red y vaya por un café. No nos espere, para nosotros no es ningún problema acordarnos de todos las claves de usuario. 2. Cuando nos llame para decirnos que cambiemos su computador de sitio, asegúrese de que lo deja bien enterrado bajo media tonelada de postales, fotos de sus niños, animales de toda clase, flores secas, trofeos varios, etc. A nosotros, como no tenemos vida privada, nos encanta echar un vistazo a la suya.