En Noche Vieja de 2010, los residentes de Beebe, Arkansas presenciaron algo insólito y espeluznante. De la noche a la mañana, alrededor de 5.000 pájaros cayeron muertos del cielo. La causa de muerte era simple: los pájaros se habían contusionado tras chocarse con coches, árboles y edificios. Según los expertos, todo estaba relacionado con los fuegos artificiales del año nuevo.
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