Aunque los interesados no caben en estas viviendas porque son demasiado pequeñas, se están vendiendo a buen ritmo debido a la imposibilidad de adquirir otras de tamaño normal. “Al principio, los clientes tienen sus reticencias, pero cuando echan un vistazo al interior suelen interesarse mucho”, explican desde la inmobiliaria Don Casoplón.
|
etiquetas: humor , umor , vivienda