Con lo que producen los campos y se pesca en los mares de la isla de Ibiza solo se podría alimentar a sus habitantes durante una semana. A partir del, digamos, el 8 de enero el resto de los alimentos vienen de la Península y del resto del mundo: un abrumador 98%. Es una de las conclusiones de un estudio que la atención sobre la extrema dependencia de la isla. La realidad es la siguiente: Ibiza -y más aún, Formentera- vive del monocultivo del turismo. La práctica totalidad de la isla trabaja dando servicios a los 4 millones de turistas que cada

Como era de esperar, el equipo inglés ha empezado la temporada de balconing en Mallorca e Ibiza con gran ventaja sobre sus rivales, alemanes, australianos y belgas, que comparten el segundo puesto provisional a la espera de un improbable pinchazo de los británicos, veteranos en estas lides.El cuadro que adjuntamos ha sido elaborado por Balconing Mallorca, una página de Faebook que promete ir actualizando el ranking cada fin de semana, contabilizando los casos de balconing que aparezcan en los medios del archipiélago.

“Vine para hacer la temporada pero de momento no me ha salido nada. Ahora mismo vivo en la calle y necesito ayuda para ir tirando mientras encuentro trabajo, tal vez en el aeropuerto.” La frase la pronunciaba un joven gallego, fornido, educado y con buena apariencia en una céntrica calle de Ibiza en mayo de 2017. Hoy ese mismo hombre, mucho más delgado, camina descalzo y habla a gritos con alguien que no está allí justo antes de pedir un cigarro a los clientes de una terraza. La camarera advierte, “no le deis nada, que es un pesado.”

Los balcones son un elemento desconocido en la arquitectura británica y eso explica que los oriundos del Reino Unido sufran accidentes en un desmesurado número de casos. Para evitar accidentes, demandas y, en general, males mayores, mayoristas británicos como Tui y Jet2 están pidiendo a los hoteles españoles que no den a sus clientes habitaciones con balcón, con una barandilla por debajo de los 1,1 metros o con algún tipo de apoyos que permitan escalar por ellas y “caer” al vacío.

Cada verano ibicenco tiene su fiesta loca y este año le ha correspondido a la que se celebró este fin de semana en la Torre den Rovira, una construcción defensiva del siglo XVIII al oeste de la isla. La ‘rave’ ilegal se les fue de las manos a los organizadores y convocó a alrededor de mil personas en su momento álgido, en la madrugada del sábado.