Aunque enfermar por comer alimentos contaminados con bacterias es más raro en España que hace unos años, curar estas patologías cuesta cada vez más. Las bacterias de la salmonela o la diarrea (las campylobacterias) se han hecho fuertes y resisten los cócteles de antibióticos utilizados para eliminarlas. El último informe del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) y de la Autoridad de Seguridad Alimentaria (EFSA) revela que ambos patógenos son hoy más duros de combatir.

Tarado zampándose comida de los 40.

En Málaga, España, tuvieron que retirar a la totalidad de pasajeros que viajaba en una formación, luego de que una joven no pudiera contener un gas que terminó intoxicando a varios.

La salmonelosis es una de las intoxicaciones alimentarias más relacionadas con los meses de verano, que nos hace mirar con desconfianza a esas ensaladillas rusas que languidecen durante horas en las barras de los bares. Su aparición está relacionada con la higiene (o falta de ella) con la que se tratan los alimentos, pero también se ve favorecida por el calor.

La Real Sociedad Británica para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSCPA) difundió esta semana un video de una gaviota que fue encontrada con evidentes síntomas de intoxicación etílica cerca de la costa suroeste de Inglaterra. En las imágenes, filmadas en el centro de la RSCPA en Taunton, el animal se ve desorientado, se mantiene en pie con dificultad, sacude la cabeza repetidamente y camina de manera errática.

Una pizza ha sido la causante de la intoxicación de Gloria Camila y Kiko Jiménez. Este plato, según relata la exconcursante de Supervivientes, les causó una gastroenteritis que les obligó a posponer su viaje a Las Vegas y Los Ángeles

Intoxicarse no es algo antinatural o aberrado. La más absoluta sobriedad tampoco es un estado natural en el hombre. Experimentar con las drogas no necesariamente es una actividad que deriva en adicción, en indigencia o en la destrucción del entorno personal; puede, en cambio, ser una etapa de autodescubrimiento importante en la juventud y una fuente de anécdotas maravillosa siempre y cuando el consumo sea informado con respecto a la pureza y a los efectos de dichas sustancias sobre nuestros cuerpos.

La adolescente, de 14 años, había estado en un local de ocio del puerto deportivo y fue encontrada por una patrulla de la Policía Local tirada en un callejón. Se alertó al 061, que la trasladó primero al punto de atención continuada (PAC) de Baltar. Allí fue valorada por los sanitarios. No presentaba signos de violencia pero, como no despertaba y no reaccionaba, se optó por derivar a la paciente al Hospital Provincial de Pontevedra, donde se atienden las urgencias pediátricas.