Todo comenzó cuando me percaté de que había un bicho paseándose por el monitor de mi PC. Uhm, pensé. Hay un bicho paseándose por el monitor de mi PC. Sacudí la mano para retirarlo y descubrí que no podía. Lo miré fijamente, sin entender lo que estaba ocurriendo. El bicho estaba ahí, pero no conseguía tocarlo. ¿Me habían hackeado? ¿Era esto algún tipo de malware? Finalmente concluí que no, que era un bicho de verdad, deambulando por detrás del cristal de mi pantalla. No sé cómo llegó hasta ahí, ni lo que esperaba lograr.