Gatito, gatito...

La pasión de Carl Bovard comenzó hace 13 años cuando a raíz de un accidente de coche quedó comenzó hace 13 años cuando a raíz de un accidente de coche quedó temporalmente ciego. En ese momento se dio cuenta de que algo importante que perdía era ver a los animales. Así que cuando recobró la vista en uno de los ojos decidió adoptó a sus dos primeros cachorros de tigre. Tiempo después creó la empresa educativa, sin ánimo de lucro, que hace posible los viajes a su casa donde viven con sus animales.