Hace unos días, en el pleno de la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso quiso reducir las protestas, las saturaciones hospitalarias y el déficit de profesionales en que "faltan 34 médicos". Pero 200.000 personas lanzadas a la calle el pasado domingo le llevaron la contraria. No son 34 médicos, es una forma de hacer política la que ha convertido a la Comunidad de Madrid en una de las regiones a la cola en muchos aspectos de la sanidad pública.
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