En 2015 la red de alta velocidad española crecerá 1000km, llevando el AVE a nuevas ciudades y olvidando al ferrocarril convencional y sus ventajas. 1. Los billetes son más baratos que en el AVE. 2. La infraestructura ya está construida. 3. Es más barato de explotar. 4. Vertebra mejor el territorio. 5. Tiene un menor impacto ambiental.