#6 Es muy fácil, voy caminando por la calle, me tropiezo y me parto los dientes ergo soy tonto.
Ahora, vas tú detrás mía, ves la leche que me pego y aún así, te tropiezas en el mismo sitio y te partes también los dientes, ergo eres dos veces tonto.
Ahora aplícalo a lo de la tregua y ya tienes el resultado.
Como le escuecen algunas cosas a algunos, eh? ¿Tan difícil es reconocer que la han cagado? Que lo admitan y punto, no es nada malo tener esperanzas y pecar de iluso. Ahora tenemos que mirar un poco al futuro y dejar de pegarnos unos con los otros, que el problema lo seguimos teniendo ahí y nos esta apuntando a la cabeza.