Es evidente que el estado se beneficia de los impuestos a estos productos, pero si los permite, considero que no procede "castigar" a quienes los consumen por posibles problemas de salud.
#3 Supongo que también a quienes no se alimentan de manera sana, a quienes beben alcohol, no previenen problemas de salud por sedentarismo o de lesiones físicas por su inexistente preocupación por estar mínimamente en forma, ¿no? Crujiendo a impuestos también a quienes comercializan comida basura, bebidas alcohólicas, etc.
#4 Y tienes toda la razón en eso. Ahora, hay maneras de responder a este tipo de meteduras de pata. Hacerlo de la manera que ha hecho el gobierno argentino no sólo no es la más adecuada, sino que obvia a quien faltó al respeto a Milei y centra su ataque en Sánchez. Por muchos comentarios parece que sólo hay un bocazas o que, reconociendo que es inadmisible que un ministro se refiera así al presidente de otro país, esto ya justifica cualquier tipo de respuesta.
#16 Ya empezaron con quienes firmaron un manifiesto contra Israel hace unos meses:
Los nombres y rostros de los estudiantes de Harvard vinculados a una declaración antiisraelí aparecieron en un camión publicitario y sitios web
#15 La diferencia que debería importarnos a todos es que, queramos o no, estamos en uno de los lados, concretamente en el lado de quienes le han jodido la vida a Assange o bombardearon intencionadamente el Hotel Palestina sabiendo que allí sólo había periodistas.
¿Que es criticable lo que hacen los otros? Por supuesto, pero sin "autocrítica", sin señalar las aberraciones que cometen "nuestros aliados", no somos mejores que aquellos que criticamos en el otro bando, por mucho que algunos se den golpes en el pecho hablando de "mundo libre".
#21 Yo puedo decir que entre quienes considero amigos ninguno suelta ese tipo de barbaridades. No se lo he oído decir a mujeres con las que no tengo amistad, pero sí a hombres.
#17 Pues sí. Porque he estudiado fuera de casa y también trabajo fuera de casa, y por motivos que, a quien aparentemente no lo hace, puedan parecer desconocidos, hay veces que la barrerita mental de "soy selectivo con mis conocidos y no entro en determinadas conversaciones" es insuficiente. No todos somos seres antisociales que viven en una burbujita que les mantiene ajenos a aquellos que no quieren conocer, porque lamentablemente, fuera de esa burbujita, la gente conoce a otras personas con las que no necesariamente comparte opiniones, por muy selectivos que sean con sus amistades.