Y todos los que han tenido que irse porque no tenían casa y ahora no se la pueden pagar también. O los hijos de estos "afortunados" que dices, que si eran más de uno se joden, por no decir que para alquilar debes marcharte de tu casa a otra ciudad más barata.
Supongo que el negocio lo hicieron aquellos que ya tenían una segunda residencia es estos sitios. Es decir, gente a la que ya le iba un poco bien. El resto a marchar de sus ciudades o a empobrecerse.
La relación causa efecto era clara, las tabacaleras conociéndolo lo ocultaron y siguieron incentivando el consumo. Hoy en día sigue vendiéndose tabaco (y alcohol). Supongo que han apostado por lo que decía, educación.
En redes, de momento, no hay una causa efecto clara, debido a la complejidad de las enfermedades mentales, dudo que llegue a establecerse de modo claro. A falta de eso, me ratifico, educa a tus hijas, y si ves que tienen comportamientos anómalos en redes, córtalo tu mismo.
No esperes que ninguna gran corporación con ánimo de lucro vele por la salud de los tuyos.
Hoy en dia todo producto está diseñado para ser sobre-consumido, quizás una mejor educación prevenga a la gente.
No imagino obesos con patologías cardíacas demandando a los fabricantes de Bollicao, Kinder Sorpresa o Cheetos por incitarles a consumir de niños/adolescentes.
Parece que es muy cómodo delegar la educación a televisones y grandes corporaciones, y si falla, pues demando. La educación empieza y acaba en casa (no en la escuela, que daría para otro tema largo). Debes fomentar la autoestima, dar herramientas para que sepan afrontar el mundo, y estar siempre pendiente. Si pese a eso no puedes, se busca ayuda profesional.
Si encuentro a mis hijas de 12-14 años conectadas a Internet a las 3 de la madrugada, me importa un pimiento lo que hagan, se quedan sin dispositivos una buena temporada. Ahora bien, si paso y voy pensando que "es una fase", puede pasar algo no muy agradable.
"Kristina sospechaba que su hija podía estar deprimida, pero nunca imaginó que tuviera pensamientos suicidas.
"Soy enfermera desde hace casi 30 años, trabajé en salud mental. Esa es la ironía de mi historia, no vi las señales mientras ella todavía estaba con nosotros", dice."
A ver, si se autolesiona, parece meláncolica y a altas horas de la madrugada sigue conectada, algo raro pasa, no?
Pablo, su mujer, Echenique, y la abuela de la Fabada Litoral, que no se ha enterado del naufragio.