#53 eso depende mucho de como lo utilices. Si te pasas la vida en el foro General creyéndete las troleadas de los demás, no es culpa del foro, si no tuya.
Uso el foro desde 2007 y todavía no me ha dado por odiar a nadie por cualquiera que sea su condición étnica, sexual u origen.
El cortoplacismo políticos, los negacionistas del cambios climático y los brasas moralistas de Spanish Revolution, me dan, por motivos muy distintos entre sí, muchísimo hastío.
#96 la multiculturalidad es un concepto fracasado del cosmopolitismo. Si no hay una cultura en un lugar, no hay forma de integrarse en ese lugar, llevando a grupúsculos donde al final lo único que cuenta es el individuo. La interculturalidad es lo que ha triunfado a lo largo de la historia, la multiculturalidad es un invento reciente y fracasado.
Cuando en un barrio hay una clara minoría de extranjeros, es inmigración.
Cuando en un barrio hay una clara mayoría de extranjeros, es invasión.
Ya sean extranjeros de Senegal, Taiwan, Canadá o Islandia ya sea por multiculturalidad o por gentrificación.
Si no se ve así el problema, sí, es racismo.
Si se ve el problema así, es realismo.
A veces la realidad no se ciñe a lo que deseamos, eso no quiere decir que la tengamos que ignorar o interpretar con un sesgo horrible.
Ahora llamadme votante de VOX y todo eso, que es lo que espero. El mundo se va a la mierda y dentro de 100 años todos calvos.
#40 ¿y qué no le gusta al poder? Porque a los bancos y a las multinacionales les gusta mucho la multiculturalidad, el colectivo abecedario (y, por favor, dejad a los LGB fuera de vuestras diforias y trastornos mentales) y esas maravillas tan maravillosas del siglo XXI.
Sólo tienes que ver los arco iris que ponen en sus logos en redes sociales y como felicitan el ramadán a la religión de paz.
Si la izquierda clásica ha pasado de ser un movimiento social reivindicativo de clase a una religión excluyente si no se tiene plena fe completa en sus dogmas, ¿dónde creéis que irá el pueblo? Pues al populismo fácil, y la derecha sabe jugar esas cartas.
La izquierda de 2024 me recuerda mucho a la derecha de los 90: 0 autocrítica, y todos malos menos ellos. Y en política se convence, no se impone.
La izquierda de ahora me recuerda mucho a la derecha de los 90 o 2000: moralidad altísima (somos el bien y el resto el mal) y autocrítica por los suelos.
Les está quedando una religión excluyente genial.