Informe sobre la infiltración neonazi en las redes sociales e internet

Lo que sigue es un escrito que envíe yo mismo, a petición suya, a una persona relevante en círculos políticos y que prometió hacérselo llegar a miembros del Gobierno. Más de seis meses después, y sin ninguna respuesta, lo subo a internet a la atención de quien pueda interesarle.

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A la atención de ❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏.

Ante las informaciones que están apareciendo en los últimos días en prensa referentes a la penetración de la Inteligencia rusa en la crisis catalana y las acciones que dicha potencia extranjera habría podido realizar contra los intereses españoles utilizando diversos medios en lo que popularmente se conoce como “guerra híbrida”, y que representantes de este gobierno han declarado públicamente desconocer alegando que no hay noticia ni constancia de tal injerencia, o que esas informaciones pueden deberse a fantasías del redactor de un periódico o a “información privilegiada” de la que no dispone el gobierno, deseo que se haga llegar a las instancias que correspondan esta carta, donde hago constar mi testimonio en asuntos relacionados con el contenido de las investigaciones que se ahora se están tratando en los Tribunales y de los que puse al corriente a D. ❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏ en un encuentro en la ciudad de Madrid el pasado ocho de octubre de 2018.

Primero, que el cuatro de octubre de 2016 pasé la tarde con una militante del Movimiento Social Republicano (M.S.R.) en la terraza de una cafetería de la calle Tutor en Madrid, quien en las redes sociales se hacía pasar por una votante de izquierdas simpatizante de Alberto Garzón. Dicha militante, de nombre ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏, también decía ser trabajadora de Bankinter, cajera en su sucursal de ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏ ❏❏❏, y anteriormente en la de ❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏, residente en el barrio de ❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏ y afiliada a la UGT, concluyendo investigaciones posteriores que además era miembro del Comité de Empresa de dicho banco en representación de ese mismo sindicato.

Esta persona me manifestó su pertenencia a la organización neonazi Movimiento Social Republicano, que yo no pude identificar en ese momento de tal ideología, puesto que su identidad en el contexto de las redes sociales, a través de las cuales ella había entrado en contacto conmigo meses atrás, era aparentemente de signo contrario y asimilé durante tiempo el nombre de la organización, y lo que me había expuesto, a una especie de “Frente Cívico”, como el de Julio Anguita, impulsado por algún tipo de grupo comunista más o menos minoritario. Durante la conversación, de varias horas, me manifestó a través de distintos comentarios y observaciones un buen número de datos que pueden ser útiles para las investigaciones que se estén, o puedan estar, desarrollándose.

De ese modo me dijo que el grupo al que pertenecía tenía controlado informáticamente “a todo el mundo” y que “eso había sido lo más fácil”. Que dicho grupo o colectivo de personas de sus mismas ideas trabajaban para Rusia y para Siria y que se les había proporcionado a cada uno un tablet Android de marca china con conexión 3G (del que se quejaba por su mala calidad de fabricación) al que se le instalaban un par de programas rooteando el dispositivo, para hacerse pasar en las redes sociales, sin que pudieran ser rastreados en sus redes personales, por simpatizantes o militantes de la izquierda y difundir ciertos mensajes con una serie de instrucciones que se les proporcionaban. Que personas cercanas a ella, con las que se reunía en una terraza los domingos en La Latina y que me quería presentar, estaban hartos de difundir dichos mensajes, que alguno se estaba volviendo “medio rojo” y que “querían guerra”. Que en conjunto ese colectivo, muy numeroso, pretendía encontrar un líder que procediera de la izquierda, pero que estuviera de acuerdo con ellos, y que les representara públicamente con el fin de impulsar una opción electoral aparentemente a la izquierda de Podemos, pero controlada por ellos desde fuera. Que para ello disponían ya de dos personas muy conocidas en las redes sociales, “profe rojo” (alias de ❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏, residente en Alicante y Madrid) y “HoneckerRDA” (alias de ❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏, residente en Canarias y administrador de una segunda cuenta de alias “@errordesconocid”), siendo que el primero “le tenían, pero no les servía para lo que ellos querían” y el segundo no deseaba ser la cabeza visible de dicho partido “aunque aún se le podía convencer”.

Su intención era preguntarme si yo estaría de acuerdo en participar en dicho proyecto, ponerme en buena forma física y dejarme barba y acudir a debates en televisión, o si por el contrario no deseaba implicarme tanto al principio y quería formar parte como uno más de esa red en la que se me pagarían unos seiscientos euros mensuales dado el número de seguidores que tenía en las redes sociales, poco más de mil. También, que si aceptaba, el sueldo sería de varios miles de euros, “mas otras cosas”. Y que, si no deseaba hacerlo, si querría formar parte de la redacción de un nuevo medio de comunicación digital que se iba a impulsar en Sevilla, con un estilo irónico y combativo como algunos de mis mensajes en Twitter. Durante la conversación también me pidió encarecidamente que leyera al filósofo ruso Aleksandr Duguin, cuestión por la que volvería a preguntarme más tarde a través de mensaje privado en la red Twitter. Por último se acordó continuar el diálogo en un encuentro posterior, que no llegó a producirse por mi falta de interés en ello dada la extrañeza que me producían muchos puntos de la conversación, siendo imposible para mí comenzar a ordenar las piezas hasta más de tres meses después de ese encuentro.

Asimismo, esa misma noche, al regresar a mi domicilio en ❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏❏, pude detectar un seguimiento de un individuo al que más tarde, y en el transcurso de mis investigaciones, identifiqué en una fotografía como participante en una manifestación del grupo neonazi “Hogar Social Madrid” pareciendo formar parte de la organización de la misma.

En los meses anteriores y posteriores habían entrado y entraron en contacto conmigo las dos figuras de las redes sociales mencionadas, siendo especialmente significativo el deseo expresado en al menos dos ocasiones por el conocido como “profe rojo” de cederme su cuenta con decenas de miles de seguidores para que yo la administrara y me manifestara a un público mucho más amplio.

A principios de enero de 2017 comencé a escribir mensajes desde mi propia cuenta sobre este asunto en la red Twitter, al principio sin saber qué terreno pisaba y cuál era la magnitud y la veracidad de lo que me había sido expuesto. Descubrí que decenas de las personas a las que seguía, y cientos de las que me seguían, eran a su vez seguidores del portal del Think Tank euroasianista “Katehon” que disponía de una edición en español en la que se publicaban artículos de personalidades de los distintos sectores de la ultraderecha española y que el patronato de dicho Instituto estaba formado por el propio Aleksandr Duguin, así como de una serie de personajes muy relevantes, cercanos, o miembros, del gobierno ruso. El contenido de los textos allí publicados a menudo era convergente con las campañas oficiosas que desarrollaba todo ese sector en las redes sociales, traduciéndose, o intentándose traducir, las ideas fuerza que impulsa el neofascismo en todo el mundo al lenguaje y los deseos de la izquierda.

Es importante subrayar que la numerosísima presencia de miembros de ese colectivo, y que representaron y representan una fuerte influencia en los círculos de izquierda en las redes sociales, no son bots, al contrario de como ha sido enfocado en la mayor parte de las publicaciones en la prensa española. Su uso intensivo en las redes se hace perfectamente compatible con la propagación de mensajes no automatizados, búsqueda de contactos, establecimiento de numerosos lazos personales con otros usuarios y constantes interacciones que contribuyen a orientar los debates públicos fuera de los canales tradicionales y forjar otros privados. Dicho colectivo, con la ayuda seguramente de muchos seguidores no conscientes que se ven arrastrados por su influencia, y también naturalmente de los consabidos bots que refuerzan cuantitativamente las interacciones, ha fortalecido en unos casos, y contribuido decisivamente en otros, a marcar las corrientes de opinión entre militantes y simpatizantes de izquierda respecto a todos los asuntos que han tenido relevancia pública en la política nacional e internacional en los últimos años y sistemáticamente en la línea de los intereses del gobierno ruso, influyendo y tomando partido de manera concertada por sus prioridades ante la opinión pública, exacerbando los conflictos, promoviendo el rechazo y el descrédito al sistema democrático y siendo su campo de actuación no sólo los miembros y simpatizantes de partidos extraparlamentarios de izquierda, sino formaciones como Izquierda Unida, Podemos, independentistas y una parte del campo progresista que podría adscribirse al de votantes del Partido Socialista. 

Las campañas de desinformación que podrían enumerarse como más significativas serían primero todas las relacionadas con las guerras de Siria y del Este de Ucrania, donde además participaron, y tuvieron alguna difusión en redes, españoles que fueron a combatir a ellas, controlándose al máximo por su parte las informaciones que dieran cuenta de la convergencia en dichos conflictos de militantes de la extrema izquierda y extrema derecha. En ese sentido he de anotar que la militante del MSR me ofreció, previamente a nuestro encuentro, gestionarme un viaje para combatir en Siria, si ese era mi deseo, no habiendo yo manifestado en ningún momento intención alguna de tal cosa, y en una serie de mensajes a través de un chat privado, que luego desaparecieron de mi ordenador y mi teléfono. Y que, anteriormente, también me proporcionó un enlace a una entrevista al terrorista italiano Vincenzo Vinziguerra en una web neonazi española antagonistas.blogia.com/2009/022401-entrevista-a-vincenzo-vincinguerra y al que calificó de “persona interesante”. Y que aún en otra ocasión me propuso acudir, junto a ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏, a una concentración en la Puerta del Sol en apoyo “del pueblo sirio”, convocada por el movimiento “Handsoff Syria”, a la que no asistí, y que en el año 2017 descubriría que se trataba de un acto organizado por grupos neonazis como el Hogar Social Madrid.

También, y entre esas campañas, tuvo difusión, y lo hago notar por la vinculación que supone con las ya analizadas por la prensa internacional, el apoyo en las presidenciales de 2016 a Donald Trump, basándose en los mismos argumentos que allí se dieron a los votantes del Partido Demócrata, y ayudándose de mensajes, lemas y rumores que en muchas ocasiones luego se vería que eran repetidos a los que circularon masivamente durante la campaña electoral en EEUU, incluso copiándose memes y retuiteando a personajes muy conocidos de las redes sociales norteamericanas y pertenecientes a los círculos de la alt-right como Milo Yiannopoulos quienes eran prácticamente desconocidos en las redes españolas.

Y a este respecto de las campañas, el hostigamiento sistemático de cuantas personalidades públicas procedentes de la política, el periodismo y la academia representaran cualquier tipo de posición contraria a los intereses rusos, la propagación de rumores, calumnias, insultos y comentarios descalificativos, en una presión constante y sistemática contra ellos, siendo muy significativas, y dignas de analizarse, las efectuadas contra Olga Rodríguez, Leila Nachawati, Antonio Pampliega y Santiago Alba-Rico. No menos importante la instauración de un discurso del odio contra el financiero George Soros, y contra cualquier personalidad de origen hebreo, identificando todos los problemas mundiales, maniobras y estrategias a su parecer como debidas al “sionismo” y personificadas hasta el hastío en “Soros”, convirtiéndole a ojos de cientos de miles de personas o, millones según el alcance de los de medios de comunicación tradicionales o no que han participado de esa línea de actuación, es una figura cuasi-luciferina responsable de todos los males que han sido objeto de preocupación de amplios sectores sociales a izquierda y a derecha.

Este colectivo, guiado por las cuentas con mayor número de seguidores, ha aprovechado todas las zonas de tensión que movilizan a la opinión pública en las redes para polarizar los puntos de vista y crear espacios de ruptura y desafección radical entre unos sectores sociales y otros. Serían dignos de investigación, y sólo entre los observados por mí, las huelgas de taxistas, las de bomberos, la de estibadores, el apoyo al Brexit, la difusión de informaciones, y desinformaciones, a través de publicaciones digitales bajo su control o de hilos de mensajes, de noticias contrarias a la Unión Europea, la reivindicación de un mayor bienestar de la población en países bajo regímenes estalinistas, las protestas de los “chalecos amarillos”, el apoyo a “los chicos de Altsasu”, la reivindicación de la lucha armada no específicamente de ETA sino de todos los grupos de matriz comunista que han actuado en esos términos, la admiración y simpatía por el sistema chino, el ascendente moral de las figuras del estalinismo y, en general, de todos los regímenes totalitarios, por ejemplo el libio de Gadafi, excluyendo eso sí a las dictaduras que se caracterizaron por la represión contra el comunismo como la chilena, y el tratamiento de los atentados yihadistas producidos en las grandes ciudades europeas (tema que merece un comentario aparte), pueden destacarse de la actividad de ese colectivo, con una maraña de intereses, expuestos superficialmente, a la manera de volantes políticos, pero de una gran densidad, atrayendo para sí prácticamente todos los flancos de las corrientes situadas en la izquierda en el ámbito internacional y siempre acompañadas de una cierta comprensión de la sensibilidad particular de la izquierda en esos temas, pero sublimándose a una cosmovisión euroasianista que coincidiría aparentemente con los objetivos del antiimperialismo básicamente de raíz “leninista”,

También, pero de manera más puntual, respecto a la política doméstica, donde se manifiestan de una manera general por un lado, impugnando la legitimidad del sistema, y por el otro buscando frentes concretos en forma de agitación alrededor de ciertas luchas e impulsando otras campañas de tipo “movimiento social” que aunasen la sensibilidad moral de la izquierda con la de la extrema derecha, por ejemplo en temas como los vientres de alquiler, la legalización de la prostitución, el feminismo liberal y un supuesto protagonismo excesivo de las problemáticas de las minorías, ridiculizándolas constantemente, y que lo sería en detrimento de la izquierda tradicional, sindicalista, volcada en la lucha de clases e históricamente enraizada en las capas populares. En este punto he de hacer constar que es precisamente en esa línea argumental, la de la validez de las formas clásicas de organización de la izquierda, donde se produjo mi coincidencia inicial en las redes sociales con ese sector, sin ser consciente de que esos razonamientos consistían en una pantalla, no para construir un contrapoder al neoliberalismo, sino para organizar en torno a los nuevos fascismos un frente cruzado contra las sociedades liberales.

En concreto sobre la crisis catalana, e ignorando hasta ayer el contenido de las informaciones que han aparecido en prensa, en el tiempo en el que me desenvolví en las redes sociales en el ámbito de influencia de este colectivo, no era el tema preeminente, aun teniendo mucha importancia como uno de los puntos de fricción en la política española. La agitación respecto al Procés la vi inmersa en el conjunto de agitaciones promovidas por ese colectivo y además reforzando con sus integrantes las dos tendencias opuestas, en sentido centrífugo y centrípeto, puesto que aquellos que interaccionaban con más frecuencia por ejemplo con militantes o simpatizantes de ciertos sectores del PCE lo hacían desde su rechazo a las tesis independentistas, identificándolas con otras minorías sociales como las feministas, los migrantes, los homosexuales o los animalistas y veganos. Ese sector sería el más cercano a la línea discursiva de “HoneckerRDA” (“@errordesconocid”), por ejemplo. Mientras que en los círculos de influencia, mucho más masivos, de “profe rojo”, se estimulaba la confrontación en la línea de la clásica izquierda extraparlamentaria y fundamentalmente con la óptica de los años setenta y ochenta.

Profe rojo” ha mencionado públicamente contactos presenciales, visitas a Cataluña y al País Vasco, en varias ocasiones. En Cataluña fue presentado “en sociedad” por su contacto allí de nombre en las redes ❏❏❏❏❏ “@gallifantes” y mantuvo varias reuniones, incluso con algún colectivo laboral como el de los bomberos, creo recordar. En el País Vasco sus visitas han sido públicamente más frecuentes, sobre todo al pueblo de Altsasu, donde ha llegado a participar en manifestaciones, arropado por multitud de jóvenes de la localidad y algunos otros tuiteros, como por ejemplo mi fuente, a la que quizás se llevó para intimidarla de alguna manera.

Entre los que realizan esa labor de difusión de desinformación y que podrían pertenecer a la red de quinta columna rusa, se podría enumerar, sin ser demasiado exhaustivos, a muchos de los seguidos por “profe rojo” en la red Twitter y que pertenecen a dos sectores aparentemente opuestos en torno al tema catalán pero que, como digo, tiene numerosas líneas de actuación más. Por ejemplo “capitán darman”, “Katia from CCCP, @bookloverRus”, “Draza Mihailovitx Txetnik Vojvoda, @drazmihailovitx”, “Dabitxo Piston”, “Angel @rezakhan20” (que parece tener algún tipo de relación con las cloacas policiales), “Máximo Respeto, @nuncadespedia”, “Andrés Rublev” (declarado euroasianista y supuesto miembro de Podemos que ha aparecido alguna vez en prensa consultado como militante de base), “ibn maher, @edukabak” (que, entre otras cosas, difundía artículos de Katehon desde su blog), “alaf, @florenenero” (redactor de la agencia assadista Al-Masdar), “Kasim el Andalusí, @ArabistaKGB”, “Avelino Julian, @castrocalo”, “Vigne VT”, “Ciruela Negra”, “TristeStar”, “Marxista_NBA” (supuesto miembro de los Colectivos de Jóvenes Comunistas), “Crónicas Húngaras, @Hungria_Roja” (muy posiblemente de la ultraderecha), “Ciudadano Koba, @KobaML” (también del PCPE), “La Otra Alemania” (difusor desde su blog del ideario de ultraderecha), “@beatriz_er”, “nunca_gris, @sr_brus”, Ike(r), @IkerMadrid12”, “Nuevas Degeneraciones, @nn_dgg”, “Descifrando la Guerra, @descifraguerra” (ex redactor de Al-Masdar que luego impulsó su propia web y que es colaborador del canal Russia Today), @smolny7”, “@ElCheChucho”, “Fany, @emamolar”, Javier Lezaola (periodista al que se le presionó en público desde los miembros de la red con más seguidores para que se uniera a sus campañas), “Sr. Gobernador, @mikelmoso” (un miembro muy evidente de la extrema derecha y parece que con relación personal con mi fuente), “Esperanza @jesuisesperanza”, de nombre ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏, y anteriormente con el alias “@pechosboys”, muy destacada en las labores de desinformación y a la que sitúo en el entorno de los servicios de Inteligencia españoles), “Mon, @xesfur” (aparentemente militante o ex militante del PCE gallego), “@pazgabela” (que promocionaba carteles del Partido Pueblo, sucesor del MSR), “INA, @ina_khay” (redactora de la agencia assadista Al-Masdar y muy posiblemente activista de ultraderecha), “Ice, “@icebramovich”, “@Alanthano” (aparentemente militante del PCPE canario), @Spainball, @espball”, “@culpaderusia”, “Costa Norte”, “@siriorojo3”, “@Mercedes_N_S” (hermana de un desaparecido en tierras gallegas en un caso que decía en relación con un ex miembro de las cloacas argentinas y con un vínculo estrecho con mi fuente) y “@juanele1917” con el que tengo un encuentro durante un festival de cine en Sevilla a finales de 2016 y que me dice que conoce tanto a mi fuente, como a “Esperanza @jesuisesperanza” ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏, de actividades de la organización en Madrid, cuando no he logrado establecer la relación de dicho “Movimiento Social Republicano” como el partido de ideología neonazi y que me pregunta repetidamente si voy a hacer lo que me ha propuesto ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏❏). 

Y entre los seguidores de “@HoneckerRDA”/“@errordesconocid”, militante o ex militante del PCPE de Canarias y, que en el momento de mi conversación con ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ gozaba de una altísima popularidad con la cuenta que tenía bajo el primero de los alias, los cercanos a una organización dentro del PCE denominada “Comisión Octubre” como ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏ “@sacedator”, ❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏ “@Lola_Soria_” (aparentemente de Almería y quizás ex cabeza de lista en esa provincia del partido Nación Andaluza y que difundía con asiduidad enlaces de la web sott.net), ❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏, secretaria del PCM de Carabanchel, también uno orientado al público anarquista, pero abiertamente euroasianista denominado “El Anarkos”, los propios militantes del PCPE y de los CJC, que se desempeñan, según mis observaciones, siendo varios de ellos también conscientes de los fines de esa labor de desinformación en las redes sociales y de su concomitancia con la colectividad de ideología fascista que lo promueve, en concordancia con los intereses rusos y su política de Estado.

Hay un sin fin de cuentas más en las redes sociales que participan de las mismas estrategias y tácticas de la red de desinformación rusa, muchas de ellas con temáticas más definidas que se dirigen a segmentos concretos de la opinión pública, de los movimientos sociales o del espectro político y, aunque en este aspecto no tengo suficiente información, diría que en alguna medida esto mismo ha podido producirse en el campo del centro-derecha y la derecha en nuestro país, no sólo a nivel de medios de comunicación más o menos convalidados, como en el caso que veremos más adelante, sino impulsando la creación de ciertos referentes con simpatías hacia el gobierno de Vladimir Putin que incluso, como en el caso de Pedro Baños, fueran reivindicados transversalmente desde la ultraderecha hasta la extrema izquierda.

En cualquier caso, como se verá si se investiga y se analiza lo que aquí expongo, la actividad de estos elementos no consiste solamente en la desinformación, sino en la instrumentalización de los debates públicos, fundamentalmente en las redes, pero también hasta donde alcancen las manos y el dinero ruso. Y su fin no es el caos, sino la formación de un sector de la opinión pública afín a Vladimir Putin y su bloque geopolítico, que propague sus puntos de vista, influya en el conjunto de la sociedad y sostenga a una, o a unas, organizaciones políticas aliadas o no beligerantes con sus intereses.

Sobre el tratamiento que tuvieron los sucesivos atentados yihadistas en grandes ciudades europeas y alguna norteamericana en ese periodo, y hablo de un tratamiento concertado como en las otras campañas donde el nivel de mensajes, y de interacciones con esos mensajes, se disparaba hasta máximos, estos fueron sistemáticamente orientados en la conversación pública atribuyéndolos a acciones de falsa bandera de los gobiernos occidentales y particularmente operados por sus servicios secretos. En una conversación privada con ❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏, desde su cuenta “@HoneckerRDA”, éste me menciona su temor a que esos atentados hayan sido orquestados por Rusia y lo hace a la vez que mantiene una línea completamente opuesta en sus mensajes públicos donde está responsabilizando, al unísono del resto de cuentas de ese colectivo, a los gobiernos occidentales de dichos hechos, y con la complicidad de la policía y los servicios de Inteligencia que, una vez más, habrían seguido un patrón idéntico en todos ellos dando instrucciones a los terroristas y, según otras informaciones que se difundían además confidentes, para que dejasen sus carnés o pasaportes en la guantera de los vehículos, huyeran para posteriormente ser eliminados con el objeto de impedir que prestaran testimonio. A continuación me dijo que se le estaban ocurriendo locuras y que estaba pensando en cerrar su cuenta, cosa que haría tiempo más tarde.

No realizando el trabajo de campo en las redes, sino moviéndose a un nivel presencial, cabe citar al menos a dos elementos más adscritos a la izquierda en la órbita del PCE, Susana Oviedo, que parece servir como enlace entre la ultraderecha española, la izquierda latinoamericana y el PCE, y Remedios García Albert, veterana de ONG’s cercanas al PCE, que ahora coordina un movimiento de apoyo a Siria y que en una manifestación frente a la embajada de EEUU de grupos comunistas permitió que hablara un representante del MSR de Madrid leyendo un manifiesto. Y a tres neonazis: Jordi Garriga (“@jordigave”), ex número dos del MSR, que es miembro del Consejo de redacción de la revista Nihil Obstat (revista teórica del MSR y donde ha publicado artículos en los últimos años Pablo Huerga Melcón, profesor miembro del PCE asturiano y del grupo “Izquierda Hispánica” encabezado por Santiago Armesilla, en la órbita de la Fundación Gustavo Bueno) columnista en el periódico ultraderechista “@MediterraneoDGT”, corresponsal en España de METAINFOS y traductor en la editorial La Emboscadura; Juan Antonio Aguilar (conocidísimo dirigente del neofascismo, fundador de varios grupos y partidos, entre ellos el MSR, colaborador habitual de Russia Today y Sputnik y cuya posición en este entramado puede ser capital como la de Jordi Garriga) y Jordi de la Fuente Miró, declarado euroasianista, prologuista de las obras de Duguin, y que fue líder de las juventudes del MSR, que eran su ala más violenta, luego al parecer de todo el partido tras la salida de sus dirigentes históricos, y que más tarde ha sido miembro de “Plataforma x Cataluña”, siendo uno de los que abogaron por la disolución de esa organización ultraderechista catalana y su entrada en Vox.

Otra cosa que quiero hacer constar son tres citas de un largo artículo titulado “La Gran Patraña del Euroasianismo”, publicado en febrero de 2015 en el blog “El Mozárabe” (el enlace actualmente sólo se encuentra accesible a usuarios con invitación, aunque lo localicé en 2018 y lo guardo en la aplicación Evernote) donde un militante neonazi partidario del nacionalismo ucraniano y crítico con Rusia y con las ideas de Duguin afirmaba lo siguiente:

«Desconfío de aquellos –y son legión- que apenas unos meses antes de iniciarse las revueltas en Ucrania se hacían fotos con los “camaradas” de Svoboda, pero que no dudaron en apuñalarles por la espalda en cuanto las mentiras y las divisas rusas empezaron a inundarnos.»

«Ilusos algunos, incapaces y financiados bastantes, y simplemente desesperados todos por ver como la Patria y la civilización se desmoronan, una gran parte de patriotas españoles, sobre todo de sus “elites pensantes”, se han agarrado al mito ardiente de la Rusia redentora de la vieja Europa. No hay ni un sólo grupo político de la docena existente que no se haya posicionado, de una u otra manera, a favor de Rusia en el conflicto de Ucrania.»

«Rusia, por su parte, ha sabido valerse de dos hechos innegables para hacer creíble su papel de potencia libertadora y ganar adeptos a su intervención en Ucrania: por un lado, en Europa hay un hartazgo creciente hacia el modelo sociopolítico en general y hacia la UE en particular; por otro lado, existe también un rechazo generalizado hacia EEUU como potencia hegemónica y sobre todo hacia su política exterior. Esto ha dado credibilidad a la propaganda moscovita entre una buena parte de la población europea que, ansiosa de “información antagonista”, se ha tragado, como si de verdades divinas se tratasen, toneladas de información tóxica elaborada por el FSB y desparramada a los cuatro vientos gracias al control que Putin ejerce sobre la práctica totalidad de los medios de comunicación rusos y al despliegue de todo un auténtico ejército de ciberactivistas, sin duda muy bien remunerados.»

Otro testimonio que aporta en las redes un ultraderechista, e infiltrado como comunista, es el del alias “@comunistas76”, que explota al ser descubierto por mí en guiños de complicidad con una cuenta reconocible por un avatar fascista. Durante varias horas lanza multitud de mensajes difíciles de entender, hablando en una ocasión de “salas situacionales” donde se organizan los mensajes que lanzan en las redes y que parece de alguna manera dirigiéndose a mí, contestando a preguntas y afirmaciones que yo he lanzado desde mi cuenta. Él aparentemente quiere dejar claro que antes de fascista se considera “un obrero” y alude veladamente a otras cuentas de su entorno con las que no simpatiza. Durante todo ese tiempo centenares de cuentas dejan de seguirle, perdiendo más de un tercio de las más de mil doscientas que lo hacían, a las que despide como si fuera objeto de algún tipo de reprobación por parte de ellos. 

Pienso que también es necesario hacer una reflexión sobre la participación de los Servicios Secretos y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en este entramado. Comenzaré diciendo que tengo noticia desde hace casi veinte años de la ideología neonazi, llamada de “tercera posición”, que anida entre todo un sector del Centro Nacional de Inteligencia a causa de los comentarios muy específicos que me realizó sobre él mismo, y sus amigos del Centro, un mando infiltrado en la Asamblea de Izquierda Unida en ❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏, de nombre J. Gimeno, y contratado por el ex concejal popular de Alcobendas F. Extremera, muy conocido del señor L. Solana, para provocar primero mi muerte física, sin éxito, y luego la civil, al estar yo al corriente, a causa de mi relación con su hija L. Extremera Díez, de una serie de crímenes del tipo de violación de menores, asesinato, tortura y canibalismo, cometidos en el entorno social de la urbanización La Moraleja. Y que, a J. Gimeno, L. Extremera le atribuía una presunta invulnerabilidad por ser autor del derribo de un avión de pasajeros en territorio español en una acción en un principio atribuida a ETA por lo que este individuo afirmaba darle casi el mismo miedo que su padre. También que simpatiza con esa ideología una agente reclutada por él, y a la vez contratada por F. Extremera, de nombre M. Bellisco, y que además es miembro de la Iglesia de la Cienciología y empleada de José Manuel Villarejo. Y también he de mencionar a una tercera integrante llamada Y. Martinez, también infiltrada en mi entorno en ❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏, y relacionada en ciertos comentarios en Internet con un grupo especial del CNI denominado “Julius Evola”, quien fue un destacado ideólogo del fascismo italiano. 

Esta premisa hace que no me parezca extraño lo que he percibido en muchos momentos como un alineamiento de individuos posiblemente pertenecientes, tanto a los servicios secretos como a la policía, con las tácticas y estrategias de las fuerzas de quinta columna rusa, participando no sólo de la desinformación en los temas que nos ocupan, sino sobre mi persona, filtrando y difundiendo falsificaciones, manipulaciones y mentiras sobre mi vida privada y social, y saboteando todo tipo de relaciones, tanto laborales como personales, a mí, a mi familia y a mis círculos cercanos, antes, durante y después de estos hechos, incluido el tiempo de mi permanencia en las redes sociales en el que he escrito habitualmente primero sobre los crímenes a los que he aludido anteriormente y posteriormente sobre este asunto. Si, en efecto, los sucesivos gobiernos de España no han tenido disponible, desde al menos cuatro años atrás, una información completa a través de los distintos Servicios de Inteligencia nacionales de todo, o de mucho más, sobre los aspectos que aquí se exponen, es posible que se debiera a esa afinidad entre el gobierno ruso y las cloacas de nuestro país, que habrían permitido, servido de soporte y encubierto dicha operación de guerra de una potencia extranjera, poniendo por encima mandos y agentes del CNI sus particulares fines ideológicos a los intereses del Estado.

A este respecto, mi fuente se mostró muy segura de que no se corría ningún peligro y que al gobierno “de aquí”, en ese momento del Partido Popular, no sabía con qué le tendrían cogido, pero que otros, como el francés, no podrían hacer nada porque saldrían “miles de cosas”.

Respecto a la información que habría podido tener el gobierno popular durante su mandato, el once de diciembre de 2017 escribí por correo electrónico a la investigadora ❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏❏, especialista en este tema, comentándole lo siguiente, sin obtener respuesta:

Buenos días. Soy ❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏, nieto del general y magistrado ❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏ y sobrino-nieto del diplomático ❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏ . He leído con mucha atención su informe "❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏❏❏❏" publicado en el ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏ y quería ponerle al corriente de una serie de informaciones que vengo divulgando desde mi cuenta de Twitter desde hace cerca de un año.

En primer lugar he de decirle que soy de ideología de izquierda radical. Trabajo como periodista y crítico cultural puntualmente, como podrá ver si hace una búsqueda del nombre con el que suelo firmar mis artículos y desde el que le remito este correo, soy poeta y he militado en grupos de ideología libertaria. Todo ello no es óbice para que le traslade esta historia que complementa y amplía en mucho a la descrita en su informe.

En septiembre de 2016 una seguidora de Twitter, que parecía sentir una especial predilección por mis mensajes, concierta una cita conmigo en el centro de Madrid. En una conversación de unas cuatro horas me hace llegar que es militante del partido de ultraderecha Movimiento Social Republicano (M.S.R.) y que su organización ha infiltrado las zonas de opinión de la izquierda radical en las redes sociales, primero con procedimientos informáticos y después tejiendo una amplia red de contactos y afinidades. La razón de contármelo es que buscan a alguien para preparar algún tipo de operación electoral, pero que sus amigos y ella están hartos, “se están volviendo medio rojos” y "quieren guerra”.

En ese momento yo no asimilo al completo la información que me facilita. Me habla de un ideólogo llamado Aleksandr Dugin, del que nunca he oído hablar, de que les pagan algo de dinero en función de su “éxito" en la red social y que les proporcionan una tablet con conexión 3G para realizar todas sus interacciones. Han logrado aupar cuentas de miles de seguidores como referentes de la izquierda en Twitter y desde ellas hacen propaganda del relato de Putin y Assad sobre Oriente Medio, identifican a la Unión Soviética con la Rusia actual, difunden medios de comunicación oficialistas rusos (no sólo Russia Today y Russia Beyond the Headlines a los que usted citaba en el artículo, sino que hay muchos otros como el del think tank Katehon del banquero de Putin, Konstantin Malofeev, o incluso como sott.net , ligados a una secta destructiva investigada en Francia “Sign of the Times"). A partir de ahí voy investigando, y prácticamente dedico 2017 en su totalidad a ello. Divulgo desde mi cuenta lo que verifico -ante la incredulidad casi general- y desde mucho antes de que se difundieran informes como el suyo o aparecieran multitud de datos en la prensa de EEUU a propósito de la elección de Donald Trump.

Uno de los aspectos más graves de los que quiero que tenga constancia es el papel de la web “Espía Digital” en esta infiltración. Como sabrá “Espía Digital” está dirigida por un destacado miembro de la extrema derecha española, Juan Antonio Aguilar, que fuera fundador de Bases Autónomas y otros grupos de ideología neonazi. En su web colaboran militares españoles, ex miembros del Centro Nacional de Inteligencia y destacados fascistas a nivel internacional. De su Consejo editorial forman parte el ya citado Aleksandr Dugin o ideólogos de la “nueva derecha” como el francés Alain de Benoist. La línea de esa web coincide con la que me relató un miembro del CNI, J. Gimeno, hace muchos años y consiste en una especie de nacional-socialismo “de izquierdas” (él mismo confesaba pertenecer a la facción del PSOE dentro de CNI junto con otros individuos que pensaban como él, aunque su obediencia a Rubalcaba guarde más bien poca relación). El propio Dugin es autor de un artículo, traducido en blogs neonazis, titulado “Por un fascismo rojo”.

La línea de “Espía Digital” coincide con los intereses de un grupo dentro de los servicios de inteligencia, y con los del gobierno de Vladimir Putin, y desde ese medio han logrado conseguir cierta influencia sobre los mandos del ejército interesados en la situación internacional y la geopolítica. La actividad “informativa” digamos, se mezcla con la ideológica, recogiendo textos que en el fondo abogan por un nuevo totalitarismo, camuflado bajo el antiglobalismo y la independencia de las naciones-estado. Uno de sus colaboradores, Carlos Paz, ex miembro de CEDADE, llegó incluso a publicar un libro el pasado año sobre la guerra en Siria en el que colaboraban destacados miembros de la ultraderecha y de la “izquierda”, como el propio Juan Antonio Aguilar, el neonazi Pedro Varela, el 'comunista' Alejandro Cao de Benós, el ex miembro de CEDADE y ahora apoyo de Podemos Jorge Verstrynge, el profesor Pablo Sapag, o el esotérico Sánchez Dragó. El libro se llama “Siria, entrevistas para comprender un conflicto” y cuenta también con la participación de Susana Oviedo, contacto en el PCE para estos asuntos, y el secretario de prensa de la embajada rusa en Madrid, que es posible que fueran los que financiaran el libro.

Con el papel de un sector del PCE en este asunto quiero concluir esta introducción al problema sin alargar en demasía el correo. La inmensa mayoría de las cuentas neonazis que se dedican a esta guerra de información en la red social Twitter apoyan a una facción que se autodenomina como “leninista” dentro del PCE, previamente a su Congreso, y que se ha auto-organizado bajo el nombre de “Comisión Octubre” con la excusa de la celebración del centenario de la Revolución rusa. En ella se adscriben parte de las corrientes internas que se opusieron a Alberto Garzón, los desfederados de IU-CM y el ala de IU que se articula en torno a alcaldía de Zamora. Ese sector es lo suficientemente numeroso como para ser la opción electoral títere que busca la ultraderecha, y al que se refería la militante del MSR que habló conmigo hace más de un año, y que podría constituirse con un número significativo de cargos y ex cargos públicos y financiación del gobierno ruso por las misma vías con las que estén financiando ahora la “guerra híbrida” en España, como ellos la denominan. 

Por último le agradezco el tiempo que haya dedicado a la lectura de este mensaje y, si desea tomar interés por el asunto, estoy a su disposición en la dirección de correo desde la que le escribo y en el teléfono XXX XX XX XX.

El veinte de diciembre le escribí otro correo cuando aparecieron nuevas informaciones en el periódico El Pais:

Buenos días,

He leído una noticia de El País que aparece en su Time Line y simplemente quería aclararle que, aunque resulte muy espectacular para los medios de comunicación hablar de bots rusos y millones de mensajes, esa no es la mecánica principal con la que proceden. Un bot es un sistema automatizado en el que se programan mensajes en cuentas de redes sociales para ser emitidos a ciertas horas del día. Eso no significa necesariamente que esos mensajes sean escuchados por una amplia audiencia o que sean relevantes para esta. La razón más común para usar bots, al menos en Twitter, es utilizar palabras clave (hashtags) que convierten una palabra, o un grupo de palabras, en tendencia social. Es entonces cuando el público de la red percibe, aunque no sea siempre cierto, que una tendencia está avalada por un gran número de personas, o un enlace goza de gran éxito porque es refrendado por miles de usuarios. Pero los bots son digamos un mecanismo supletorio que apoya a las cuentas humanas, que están elaborando una determinada línea de discurso y que están siendo pagadas para promover organizadamente determinadas noticias relacionadas con Rusia, y ocultar otras.

En Twitter en concreto ese espacio, que ahora es muy numeroso, está promovido por individuos concretos, que durante años han realizado un trabajo de difusión de enlaces y artículos de numerosas webs impulsadas por el gobierno ruso, contando incluso con ediciones en castellano para atender a ese nuevo público que identifica a Rusia como un “baluarte antiimperialista” o una “nueva URSS” que sirve de contrapeso a "los intereses de EEUU". Desde esas cuentas se apoyó a Trump, se apostó abrumadoramente por el Brexit, se ponderó lo que sería una victoria de Marine Le Pen en las presidenciales francesas y, por supuesto, se hace una labor constante contra organizaciones humanitarias y dirigentes moderados como Alberto Garzón, contraponiendo la mitificación de sátrapas como Putin a Assad a una izquierda “atlantista” dominada por ("el judío”) George Soros que sirve “a los intereses de Washington”.

Muchos de estos personajes los encontrará en la lista de colaboradoras de las emisores RT y Sputnik en español. Dichos medios mezclan en su plantilla de opinadores a personajes de la extrema derecha con los de la supuesta “extrema izquierda”. La cuenta con mayor número de seguidores de este entramado es la del llamado “profe rojo”, o “_ju1_”, un profesor de secundaria que ha logrado desplegar una influencia abrumadora entre todos los sectores de izquierda del Estado español, mezclando mensajes supuestamente radicales con el soporte velado a las tesis de la Cuarta Teoría Política, y es también colaborador de Sputnik y RT, además de haber sido promocionado en ocasiones por medios como TeleSUR. La militante del MSR me habló específicamente de él, diciendo que “le tenían” pero “que no les servía para lo que ellos querían”.

Existen multitud de cuentas de miles de seguidores actuando en base a esas estrategias, y además un número considerable de cuentas de más de cinco mil o diez mil seguidores funcionando como referentes de todo el espacio político para el que Podemos queda a su derecha. Sin embargo no son uniformes colectivamente. Se dirigen a sensibilidades diferentes, unas apoyan la independencia y otras el unionismo, unas son más críticas en ciertos aspectos y otras menos. La propia configuración de la red social, aparentemente desorganizada, hace necesario que el mensaje quede repartido por segmentos y sean los puntos en común (la necesidad de un “verdadero” partido de izquierdas que “nos represente”, el relato de Vladimir Putin en Oriente Medio, la nostalgia folclórica de los símbolos del comunismo) lo que los une. Paradigmático es el caso de la cuenta que actúa como punta de lanza de los ataques contra mi en Twitter “@pechosboys” que cuenta con más de 10.000 seguidores y cuya actividad durante años consistió en la difusión diaria de artículos de la web sott.net Esta persona, muy infiltrada en el grupo de la Comisión Octubre, e incluso posiblemente cercana a los Servicios de Inteligencia, consiguió hace poco que se borraran los registros públicos, en los que aparecía su actividad como empresaria, en cuestión de tres horas (yo pensaba que doce, pero luego me avisaron que había sido esa misma noche). Curiosamente me acusó de haber “hackeado las webs”, con lo que no descarto, ya que sus acusaciones suelen consistir precisamente en las cosas que hacen ellos, que fueran miembros de esa red los que hackearan sitios como axesor y e-informa cuando revelé que esa señora se dedicaba a la compra, venta y alquiler de viviendas, lo que entraba en clara contradicción con su supuesta ideología “comunista”.

Puede encontrar mucha más información de todo lo que le he comentado, y de muchas otras cosas, en mi Time Line en Twitter, pero temo que sumergirse en mis mensajes no será de su agrado. Yo me sitúo ideológicamente muy lejos de las ideas que usted posiblemente tiene sobre el papel del comunismo o sobre la situación en el Estado español. Sin embargo no creo que en determinados círculos se esté dispuesto a aceptar que el gobierno ruso intervenga en la política interna con operaciones como las que se han desarrollado en EEUU, UK y Francia, o a tolerar que surjan partidos títere nacidos de una mezcla entre fascismo y comunismo promovidos desde las cloacas de la política internacional. Por ello le he escrito estos correos y albergo la esperanza de que hayan sido leídos y tomados en consideración.

No me contestó, pero proseguí mis investigaciones. Con el profesor Ferrán Gallego Margaleff, de la Universidad Autónoma de Barcelona, persona de izquierdas e historiador del fascismo, sí pude mantener una conversación a propósito de una entrevista que le realizaron en un medio neonazi, impulsado por ex militantes del MSR, y que podía hacerse pasar por un medio digital de carácter cultural y alternativo y que comenzó así:

Le escribo en relación a la entrevista que ha salido ayer publicada en el medio “nacional-revolucionario” Diorama digitaldiorama.org/2018/05/07/50-anos-del-mayo-del-68-entrevistamos-a- para informarle precisamente de que se trata de un medio de comunicación animado por Juan Antonio Llopart y ex miembros del MSR ahora en el partido Pueblo. 

Como puede ver Diorama está publicando diversos artículos sobre el mayo del 68, como este en el que se elogia la labor de la editorial neonazi Fides, dirigida por Llopart digitaldiorama.org/2018/04/23/a-proposito-del-nuevo-libro-de-editorial El propio Llopart difunde los artículos de Diorama desde el inicio de la publicación www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1181333865341652&id=1481 y, a juzgar por el diseño de sus materiales similar al del MSR y Pueblo, se encarga al menos de esos aspectos en la web.

A este respecto pueden despistarle algunos de los contenidos de esa revista, puesto que alternan entre temáticas de izquierdas con las neonazis. Esto es habitual y desde enero de 2017 estoy difundiendo información sobre estos grupos, ya que una militante del MSR me puso al corriente de que militantes y ex militantes de su partido se encontraban infiltrados en las redes sociales, haciéndose pasar por militantes comunistas, con el propósito de crear unas condiciones favorables a la puesta en marcha de una nueva formación política apoyada por ellos y por Rusia y sus aliados. Este fenómeno de acercamiento entre neonazis y estalinistas se está produciendo en todo el mundo y con posterioridad se ha publicado en inglés un muy exhaustivo artículo sobre las alianzas roji-pardas que creo puede ser de su interés: libcom.org/library/investigation-red-brown-alliances-third-positionism 

Quiero subrayar la importancia del trabajo de investigación que sugiero leer al profesor Gallego Margaleff en mi mensaje. “An Investigation Into Red-Brown Alliances: Third Positionism, Russia, Ukraine, Syria, And The Western Left”, es el documento más completo y esclarecedor publicado en internet sobre el neofascismo, describiendo tanto su historia en los siglos XX y XXI como la inmensa red de alianzas, complicidades y lealtades que ha desarrollado el gobierno de Vladimir Putin en el transcurso de sus mandatos.

La infiltración rusa no es una cuestión que sólo consista en el dominio de gran parte del debate público en las redes sociales, y con la probable complicidad de miembros de distintos estamentos del Estado. La mayor parte de la información que yo puedo aportar se refiere a las redes sociales, y más concretamente a Twitter, aunque he podido observar las mismas dinámicas en otras redes como Facebook, Instagram o Mastodon, en agregadores de noticias como meneame.net, en foros de gran magnitud como “forocoches”, e incluso en los comentarios de los lectores en las ediciones digitales de los periódicos de tirada nacional. En las redes sociales, territorio hasta hace pocos años de gran influencia de la izquierda, que ahora ha ido en declive, es completamente habitual encontrar a estos emboscados con alias y avatares que presuntamente indican una adscripción ideológica al comunismo o a las “luchas antiimperialistas”, y que divulgan sin apenas reacción alguna en contra la propaganda que, a nivel internacional, propagan los nuevos fascismos, adhiriéndose a las consignas del momento (Siria, Crimea, Ucrania, Palestina, Irán, Nicaragua, Venezuela, Ecuador o, desafortunadamente, Bolivia ahora mismo). Aunque esa labor de diseminación más general, que no puede centrarse como en las redes sociales en individuos en concreto que disponen de un alias fijo, una lista de contactos, un perfil público, incluso una fotografía u otro elemento que haga reconocible su personalidad en las redes, funciona de otro modo en los comentarios en periódicos y blogs como una forma de propaganda más gruesa, repitiendo lemas y exabruptos más sencillos e incluyendo enlaces que lleven a los lectores del medio que están buscando más información a otros blogs y medios digitales que controlan.

En todo el entramado ruso de infiltración en España un capítulo muy importante corresponde al papel de las sectas. En el transcurso de mis investigaciones me he encontrado en varias ocasiones con sus huellas, y en algunas otras con un protagonismo sin duda llamativo por no adecuarse al perfil bajo con el que suelen aparecer en la vida pública. Sign of The Times, sott.net, es administrada por la secta destructiva Cassiopaea investigada en Francia, y tuvo un papel primordial en la publicación de noticias falsas sobre la guerra de Siria, a la vez que era impulsada por las redes de quinta columna rusas, en especial por ❏❏❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏ ❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏. Una cuenta de “Nueva Acrópolis” sobre “La Ruta de la Seda” en Venezuela apareció siguiendo y siendo seguida por multitud de cuentas de la red de desinformación rusa. El nacionalismo ruso cercano al duguinismo alberga varias sectas, alguna de las cuales ha tenido importancia en la guerra de Ucrania y su líder ha sido citado en varios medios que trataban el tema y reclutaban voluntarios españoles. El papel del Congreso de las Familias, como foro de las tendencias más extremistas dentro del cristianismo, y su afinidad con el gobierno ruso también han sido descritos por la prensa, así como el de la organización Hazte Oír y la secta El Yunque. El grupo “Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional” (MCRC) guarda algunas similitudes con el grupo LaRouche de EEUU si se analiza por ejemplo el documento “An Investigation Into Red-Brown Alliances: Third Positionism, Russia, Ukraine, Syria, And The Western Left” y es habitual que la ultraderecha opere como un terreno abonado para las creencias esotéricas, la teorías conspirativas de carácter racista y reaccionario y la manipulación de individuos en pro de un modelo social parecido al de esos grupos.

Una última mención merece la Iglesia de la Cienciología, que juega un papel muy importante en el proceso de acoso que he sufrido los últimos veintiséis años, y que en el plano internacional apoya con al menos dos de sus figuras los intereses rusos, como son Oliver Stone, que ha dirigido un documental sobre Vladimir Putin y se manifiesta habitualmente como un simpatizante de su causa; y Larry King, ex periodista de la CNN, que ahora hace su programa desde el canal Russia Today en Estados Unidos. Creo que no debe obviarse a este respecto las conexiones existentes entre esa secta y José Manual Villarejo, del que los periódicos han dado varias noticias sobre su participación en negocios en los que intervenían elementos procedentes de Rusia y de China, y el conseguidor Fernando Muniesa, ex portavoz de la Iglesia de la Cienciología y muñidor, entre otras cosas, de operaciones políticas en el entorno del neofascismo. Los dos supuestamente con grandes contactos, si no la pertenencia, al Centro Nacional de Inteligencia. Mi propia experiencia personal en lo que se refiere a los citados J. Gimeno y M. Bellisco, y las conexiones de esta última con la Iglesia de la Cienciología y con José Manuel Villarejo, me hacen pensar que ambos asuntos en algún nivel pueden haber pasado por las manos de las mismas personas, puesto que sería extraordinariamente raro que dos cuestiones de tanta importancia se hubieran convertido en parte de mi vida otorgándome un papel relevante en ellas sin que se correspondiera a mi voluntad ser un elemento de las mismas.

José Ramón ❏❏❏❏❏ ❏❏❏❏❏❏❏ ❏❏ ❏❏ ❏❏❏❏❏, en Madrid a 22 de noviembre de 2019»

Por razones de limitación de espacio, anexo en el comentario #24<