De Pearl Harbor a Kiev. Una reflexión

Tras reunirse el 16 de Octubre de 1941 con el presidente Roosevelt, el secretario de guerra Henry Stimson escribía en su diario: "Nos enfrentamos al delicado asunto de las contorsiones diplomáticas a realizar para asegurarnos de que obligamos a Japón a dar el primer paso errado - el primer movimiento abierto". ¿Qué quería decir Stimson con esto? ¿Acaso Roosvelt no había llegado a la presidencia prometiendo que no mandarían a los jóvenes americanos a ninguna otra guerra extranjera? En septiembre de 1940, el gobierno de EEUU había cancelado el comercio de metal con Japón. Un hecho que el embajador japonés tachó de acto hostil y que se sumaba a la gradual tensión diplomática entre naciones.

Unos meses antes de que Stimson escribiera esa entrada en su diario, el 26 de julio de 1941, FD Roosevelt había embargado los bienes japoneses tras la ocupación acordada con la Francia de Vichy de aeródromos de la Indochina francesa. También había cerrado el acceso del canal de Panamá al tráfico de buques japoneses. El 1 de agosto, junto con el gobierno británico y Holandés, cercenaría el acceso del imperio japonés al suministro de petróleo. En las negociaciones posteriores, la propuesta americana fue inusualmente exigente. Entre otros puntos, la evacuación total de China. Los japoneses habían calculado los efectos de este embargo: ruina total en dos años ¿Las expectativas de que un gobierno secuestrado por ultranacionalistas renunciara, no ya a expandirse, sino a abandonar todo lo construido hasta entonces? ¿Eran realistas? ¿Esperaba Roosevelt que Japón se retrayera?

El 7 de Octubre de 1940, el director de la Oficina de Inteligencia Naval, Arthur H. McCollum mandó a sus superiores un memorando con ocho pasos para "forzar" a Japón a declarar la guerra. Entre ellos, cortar el petróleo en concierto con holandeses y británicos. Efectivamente, Roosevelt y su gobierno pusieron a Japón en una tesitura imposible de soslayar: ruina o derrota. La estrategia se desarrolló tal y como McCallum la había planteado: Japón atacó Pearl Harbor, el público americano antaño aislacionista reaccionó al unísono ante un ataque directo a su seguridad, y el resto es historia.

Lo expuesto aquí, aunque incompleto, es un relato aceptado y compartido por los historiadores mainstream, incluso en EEUU (a expensas de que @Mysanthropus reaparezca para corregirme). He de añadir que, muy probablemente, gracias a esta estratagema el sureste asiático fue un lugar mejor.

¿Por qué he recordado este episodio histórico? El presente conflicto que nos ocupa y nos preocupa actualmente, la guerra entre Rusia, las autoproclamadas repúblicas del Donbass y Ucrania; está suscitando una serie de debates, de esloganes y de argumentarios que me dejan estupefactos por su miopía.

¿En algún momento alguien podría acusar a un historiador de la II guerra mundial de condonar las atrocidades de los japoneses por desvelar las estratagemas de Roosvelt? ¿Por qué entonces emitir la opinión de que Rusia ha caído en una trampa de EEUU ahora es condonar la invasión?

¿Qué diferencia hay entre decir que el imperio japonés no tuvo otra salida a decir lo mismo de la Rusia de Putin? Y ¿Por qué decir esto debe significar tomar partido a favor del agresor?

Parece que el tiempo templa las emociones, y ya a nadie afecta aquellos sucesos. Nadie tiene ya intereses en los campos petrolíferos de las colonias Holandesas, en ocupar Filipinas o Singapur. Pero esto nos debería hacer reflexionar sobre por qué estamos siendo tan emocionales actualmente, y si nos sirve de algo.

Por favor, pensemos que en general, las personas que mantienen posturas distintas a las nuestras suelen pensar en nuestro bien aunque desde nuestro punto de vista estén equivocadas.