¿Pero qué amor le tenéis a España?

Y no, no hablo de las cosas buenas, que hay muchas, hablo de las cosas malas, de cómo no os contrarrestan esa idiosincrasia positiva de este país.

Esto me ha surgido a raíz de mi comentario sobre los impuestos en España: www.meneame.net/c/32094887

No estoy en contra de los impuestos, ni en contra de la sanidad o la educación pública, eso que quede claro.

Bueno, al tema.

España, con estos salarios de mierda, para jóvenes y para mayores.

Con un sistema universitario tan podrido en sus cúpulas.

Con unos gobiernos que realmente no son capaces de crear una norma común educativa.

Un país que machaca a los emprendedores y a los autónomos. Una Hacienda que parece que solo quiera joder a pequeños contribuyentes, con esos ordenadores tan potentes, pero que parece que no puede hacer nada con las grandes empresas.

Un país que no puede hacer frente a una cúpula militar fascista, ni a sus relaciones con la Iglesia, por muy de izquierdas que haya sido el gobierno. Un país que se gasta una pasta en armamento, pero luego sus militares sufren accidentes o sus policías carecen de chalecos antibalas.

Un país unas ayudas por dependencia y unas pensiones que te llevan a la pobreza. Un país con casi un 30% de pobreza infantil en medio de Europa occidental.

Un país donde los políticos (sí, de verdad, todos los grandes) hacen más por criticar a otros que por ponerse de acuerdo.

Un país donde los ciudadanos votan una y otra vez a ladrones demostrados o a perfectos hipócritas

Un país en el que tanto derechas como izquierdas son expertas en regular cosas absurdas de cara a la galería.

Un país donde la corrupción queda impune la mayoría de las veces, y la justicia y las FFAA están politizadas a más no poder (para un lado y otro).

Un país donde gran parte de la población frivoliza con los intentos de golpes de estado (23F y Cataluña, salvando las enormes distancias).

Un país donde unos defienden erradicar el Catalán, aun siendo catalanes, y otros erradicar el Castellano, aún sin ser catalanes.

Un país en el que puedes ir a la cárcel por hacer humor (izquierdas y derechas) o burlarte de la puta virgen.

Un país incapaz de hacer una reforma agraria que el sentido común lleva pidiendo a gritos décadas o siglos.

Un país que sigue subvencionando la tortura animal.

Un país donde las FFAA pueden cometer verdaderas barbaridades contra sus ciudadanos, que quedarán impunes en la mayoría de casos.

Un país que paralizó el autoconsumo y las energías renovables en general.

Un país incapaz de remar a una en medio de una pandemia y con uno (y varios) gobierno lanzando mentiras y contradicciones en cada declaración.

Un país que no sabe ni proteger sectores estratégicos manteniéndolos o haciéndolos públicos.

Un país incapaz de fomentar la creación de un tejido industrial y de I+D+i fuerte, que haga rebajar al sector servicios de bajo valor añadido (turismo).

Un país incapaz de valorar a sus científicos (tanto en la pública como en la privada) y a al investigación.

Un país donde los grandes sindicatos son unos vendidos al gobierno de turno y piden en conveniencia de la patronal.

Un país incapaz de contener el desmadre de necesidades básicas (vivienda y luz) que empobrecen aún más a sus ciudadanos.

Un país que cruje a los trabajadores en los tramos más bajos del IRPF.

Un país incapaz de ofrecer unos precios que fomenten el acceso a la cultura (teatros, museos, monumentos).

Un país incapaz de ofrecer unos precios que fomenten el uso del transporte público.

Un país donde la gestión de las ayudas para los más necesitados deja miles o millones de personas en manos de la caridad, la economía sumergida o la suerte (IMV, ERTEs).

Un país incapaz de ponerse las pilas en cuanto a idiomas, atracción de talento extranjero (si lo exportamos todo, ¡por dios!) y atracción de inversiones.

Un país donde, por norma general, existe una cultura cutre y déspota en los dirigentes de pequeñas empresas.

Un país que no puede echar la mirada al pasado y extirpar sus entresijos fascistas.

Un país donde a casi nadie parece importarle realmente tener un jefe de estado corrupto, inútil y cuyo antecesor fue puesto por un dictador.

Un país donde te crujen con herencias e impuestos municipales absurdos.

Un país donde la industria pesada y de materia prima y el mundo financiero, echa para atrás a la izquierda y hacer salivar con los sobres a la derecha.

Y como en el otro artículo... Ya pondré más cosas, probablemente, que esto no ha acabado.

A los que votéis negativo (es un puto artículo de opinión, pero bueno), me gustaría que razonáseis porqué.