Preguntas que hacer antes de tener un bebé

Tener un hijo no es una situación sencilla, elegir traer otra vida al mundo exige mucha reflexión para determinar que verdaderamente es lo que quieres hacer y la viabilidad de ello.

A continuación se detallarán dos interrogantes que pueden aclarar mucho esa cuestión y el proceso de decisión.

¿Cuál es tu capacidad financiera actual?

Preguntar por la situación financiera actual es esclarecedor, la respuesta a esta pregunta está íntimamente relacionada con la existencia de la viabilidad financiera o no de tener un hijo, uno de los elementos que más deben tenerse en cuenta antes de intentar concebir por ser una determinante en el proceso de desarrollo.

Esta es una pregunta fundamental si quieres tener hijos en el corto plazo. Se trata de un deseo que puede ser interrumpido si la respuesta es que no cuentas con la capacidad financiera para mantener una vida humana, o al menos no de modo que puedas desentenderte del financiamiento externo y mecanismos como créditos rápidos. Si tus finanzas personales son débiles en la actualidad, lo mejor que puedes hacer es tener hijos más adelante.

Invita a tu pareja a que se realice la misma pregunta, de esta manera llegarán a un consenso respecto a su futuro y al camino que deben seguir para fortalecer su capacidad financiera conjunta con miras de traer una vida al mundo en condiciones que favorezcan su desarrollo. El consenso incrementará sus posibilidades para formar un buen entorno familiar saludable.

¿Cómo te ves en el futuro?

Es fundamental que te visualices en el futuro, sea en el corto, mediano o largo plazo. Este ejercicio mental es crucial para conectar con tus deseos y expectativas de vida y determinar cuál es el lugar de tu hijo en dichas expectativas. Este ejercicio se orienta a definir mejor tu rumbo respecto al porvenir y a ordenar tus prioridades.

Quizás tener un hijo sea contraproducente para alguno de tus fines, como viajar alrededor del mundo. La crianza amerita estar sujeto a un espacio geográfico determinado para brindarle certidumbre, seguridad y estabilidad a tu hijo, aspectos que no recibirá si pasa gran parte de su infancia o adolescencia estando en un viaje constante. Si hallas este choque en tus deseos, será momento para reflexionar nuevamente sobre tus metas de vida.

Puede ocurrir que tu imagen idílica del futuro no contemple tener hijos, quizás te percates que el deseo de ser padre o madre no sea algo que verdaderamente te acerque a la plenitud, y que dicha plenitud atraviesa otros caminos no necesariamente relacionados con tener una familia.