Punto de inflexión

A lo largo de la vida hay diferentes momentos en los que, dependiendo de la decisión que se tome, el rumbo al que se dirige la misma tomará un camino determinado u otro.

Normalmente, aunque no siempre, estos vienen precedidos de algún suceso trascendente, algo que provoca que se te revuelvan las tripas, un momento en el que descubres algo nuevo, puede que aterrador.

En ese momento, la decisión que tomemos nos definirá como individuo para el resto de nuestra vida.

Puede ser el momento en el que decides tu vocación, cuando te emancipas, cuando conoces a tu pareja, cuando te operan de algo o cuando descubres tu filiación política…

En esos momentos merece la pena hacer un acto de introspección y formularse preguntas ¿Quién soy?, ¿Qué quiero?, ¿Qué me define?, ¿Qué quiero ver cuando me mire al espejo?, ¿Qué quiero dejar a los míos?

Estos días lo están siendo para mi y supongo que para muchas otras personas. Para muchos esto era como un runrún que ya intuíamos, una verdad incierta, incómoda, pero desconocíamos su alcance. Al final la tranquilidad que se respiraba parecía dejar entrever que todo se iba a quedar en agua de borrajas y que, poco a poco, para desgracia nuestra, las aguas tornaban a su cauce.

Entonces empezaron a aparecer los audios de Villarejo.

No creo que pueda describir con palabras la profunda rabia que siento por dentro y tengo la certeza de que algo ha cambiado en mi y empiezo a percibir cambios en gente de mi alrededor.

Es algo que nos afecta independientemente de a que lado del espectro político rememos porque, no nos engañemos, habrán atacado a la izquierda y hundido a Podemos mediáticamente. Pero ahora están trabajando para convencer a la derecha a que vote al colega de un NARCOTRAFICANTE. Y antes de ello os convencieron a muchos para que votaseis a un vago, a una estafadora y a un delincuente y sabéis bien que ninguno de ellos defendió vuestros intereses.

Dudo que muchos de los votantes de derechas no estéis votando con una pinza en la nariz, movidos más por ese odio que os han metido en el gaznate para que, como en un juego de trileros, veáis al enemigo a vuestra izquierda cuando lo tenéis delante.

Y no creáis que no os entiendo, yo soy el primero que he votado con una pinza en la nariz. Pero esto ya ha pasado de castaño a oscuro.

Este es NUESTRO país y, como esto siga así, cualquier día vamos a terminar como Argentina o peor. Esto nos afectará a TODOS y, cuando ocurra, no será Podemos el que se joda, seremos NOSOTROS como pasó en la crisis de 2008, como pasó en la crisis COVID aun con los ERTES y como pasará en la crisis que viene ahora y que lleva medio año asomando la patita. Esto ya ni va de los de abajo contra los de arriba. Va de la sociedad contra la MAFIA.

Una mafia que se esconde detrás de un signo político pero que solo representa los intereses de la mafia y esos intereses son quedarse con tu dinero haciéndote pagar por todo doblemente:

Al final el objetivo es transferir todo ese dinero que has sudado para lograr de tus bolsillos a los suyos, robándote por el camino todo lo que ya has pagado con ese dinero e intentando darte lo menos posible por el mismo mientras te susurran al oído que todo va bien.

Se están riendo en nuestra cara, nos están meando en la boca y nos dicen que llueve, están secuestrando nuestro pensamiento.

¿De verdad vamos a permitir que nos mangoneen como marionetas de esta manera? ¿Les va a salir gratis manejarnos de esta manera?

Yo he tomado mi decisión y esta NO va a salir gratis. Y ya no es ni por filiación política, es por orgullo. No me van a tratar de tonto.

¿Y a vosotros?