Los burguesitos

Una persona de la clase media puede ser socialista o incluso ingresar en el Partido Comunista. ¿Qué diferencia real representan estos dos hechos? Naturalmente, dado que vive en una sociedad capitalista, tiene que continuar ganándose la vida, y no se le puede echar en cara que conserve su posición económica burguesa. Pero ¿se produce algún cambio en sus gustos, en sus costumbres, en sus maneras, en su pensamiento, es decir, en su «ideología» según la jerga comunista? ¿Se produce algún cambio en él, aparte de que ahora vota laborista o, si es posible, comunista, cuando hay elecciones? Es evidente que, por lo general, se siente aún identificado con su clase; se encuentra mucho más a gusto con un miembro de esta clase, que le considera un rojo peligroso, que con un miembro de la clase obrera, quien, en principio, está de acuerdo con él. Sus gustos en cuanto a comida, vinos, vestido, libros, cine, música y ballet son aún típicamente burgueses, y, lo más significativo de todo, se casa invariablemente con una mujer de su clase. Observen a cualquier socialista burgués. Observen al camarada X, miembro del Partido Comunista de Gran Bretaña y autor de El marxismo para niños. El camarada X es antiguo alumno de Eton. Está dispuesto a morir en las barricadas, en teoría por lo menos, pero aún lleva siempre desabrochado el último botón del chaleco. Idealiza al proletariado, pero es notorio lo poco que se parecen sus costumbres a las costumbres proletarias. Quizás alguna vez, por pura bravata, se ha fumado un puro sin quitarle la vitola, pero le sería casi imposible físicamente comer queso llevándose los trozos a la boca con la punta del cuchillo, estar en una habitación con el sombrero puesto, o incluso beber el té en el plato. He conocido a muchos socialistas burgueses y he escuchado durante horas sus diatribas contra su clase de origen, pero nunca, ni una sola vez, he visto a ninguno que coma como lo hacen los obreros. Al fin y al cabo ¿por qué no? ¿Por qué un hombre que cree que el proletariado es el compendio de todas las virtudes ha de tomarse tantas molestias para comer la sopa sin sorber? La única explicación es que, en el fondo, encuentra desagradables los modales proletarios. Con lo cual no hace sino actuar según la educación que recibió de niño, cuando le enseñaron a odiar, temer y despreciar a la clase obrera.

El camino de Wigan Pier. George Orwell