Misterios revolucionarios

#3: «#1 #2 Sí, yo también creo que algo de eso existe, un odio que se vuelca hacía los símbolos propios de las clases más pudientes y mejor formadas, entre los cuales se encuentra la música y sus instrumentos. Acabo de encontrar algo que leí hace ya tiempo sobre las prohibiciones que en países comunistas se realizaron en referencia a la música. Por ejemplo en la URSS se prohibió durante un tiempo (desde 1929 hasta mediados de los 30) estudiar e interpretar a autores como Liszt, Chaikovsky, Chopin…»

#7: «#2 Acabo de leer este artículo que has puesto. Veo muchas respuestas, pero no aluden a dos elementos fundamentales: 1- La música clásica como elemento burgués y elitista por excelencia, Stalin y Maos aparte. Hasta Tolstoi lo denunciaba. 2- Y, sobre todo, que es el único objeto de la casa que va a chillar mientras te lo cargas. Que hace ruido al ser destrozado. Que sufre, que se oyen sus lamentos. Al frenesí de la destrucción le añade un plus sonoro que lo sitúa por encima del resto de los…»

#8: «#7 Sí, me convences y me parece muy interesante. El chillido. El ruido. El sacrificio ritual de la riqueza ajena y sus símbolos. Vale... »

#6: «#3 #4 Buenas, por liarla, vengo a daros la razón, el control cultural durante ese período fue una de las etapas más negras de la historia del siglo XX. Pero me temo, con mucho pesar, que no se limitó al bloque comunista, fue una puta lacra que sufrió todo el globo, os recuerdo el Macartismo que fue otro pedazo de mierda, en un mundo polarizado y cerril ambos bloques se replegaron y cientos de personas sufrieron por ello. Hay porron de literatura al respecto, pero si tengo que ilustrarlo, en…»

#1: «Símbolo y objeto. No me cansaré de repetirlo.»