La poliantea de los sentidos

El mundo me condena por doquier, me condena a la soledad, a la precariedad vital, a la tiniebla sobrevenida.

Por contra, la poesía me salva, me dignifica, me concede identidad, tiene un poder soteriológico que va más allá de nuestras ofensas.

 

La poliantea de los sentidos. José Miguel Gándara C.