Martes 5 noviembre de 1918

Como presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía, el doctor Garulla entregó ayer á los periodistas la siguiente nota oficiosa: La Real Academia de Medicina de Barcelona, como resultado de las sesiones dedicadas al estudio de la actual epidemia, tomó el acuerdo de hacer públicas las siguientes conclusiones únicas que representan su criterio científico:

1.ª En Barcelona se han registrado y siguen registrándose en forma epidémica -como en el resto del mundo- casos de gripe, claramente diagnosticables por los clínicos y que en conjunto nada difieren de los que pudieron ser observados en epidemias anteriores. Se puede afirmar rotundamente que no se han dado casos de peste ni cólera.

2.ª Se ha confirmado una vez más la extrema contagiosidad del mal, motivo de la enorme difusión epidémica que dificulta la defensa sanitaria.

3.ª El principal vehículo de la difusión es el aire que transporta partículas de exudados respiratorios de los enfermos á distancias relativamente cortas. El enfermo y el convaleciente, constituyen el mayor peligro. La protección mecánica (máscaras, velos, etc.) de los que deben ponerse en contacto con los atacados, parece ser lo más eficaz.

4.ª La gripe es en general poco grave, pero abre paso fácilmente a diversas infecciones que pueden revestir grave importancia, determinadas por microbios bien conocidos, algunas de las cuales pueden ser tratadas específicamente. La prevención contra tales infecciones secundarias será siempre una medida racional.

5.ª Hay que ser muy parco en el tratamiento farmacológico. No se conoce tratamiento específico (único) y sistemático de la gripe, como tal no pueden considerarse el yodo, la quinina, los antitérmicos-analgésicos, el arsénio, el azul de metileno, etc. Conviene evitar medicaciones intempestivas y desproporcionadas que perturben las defensas naturales contra la infección. Pero en cambio, todo atacado de gripe debe ser cuidado escrupulosamente desde las primeras manifestaciones de la enfermedad. Con sencillísimas precauciones se evitarían seguramente muchos casos graves.

6.ª Parece deducirse de observaciones repetidas en las poblaciones civil y militar, que la enfermedad deja cierto grado de inmunidad.

7.ª Las conclusiones precedentes se desprenden de la observación clínica de la epidemia actual y de las anteriores y su valor es incuestionable, sea cual fuere el agente causal de la gripe, cuestión todavía en litigio; aunque parece haber entrado en vías de una solución satisfactoria.

Publicado en La Vanguardia, el martes 5 noviembre de 1918.