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La tarasca, el monstruo celta que el cristianismo incorporó al Corpus Christi
Cuenta la historia que en ese lugar existía un asentamiento entre Arlés y Avignon, llamado Nerluc, algo así como El lugar oscuro, a orillas del Ródano. En los frondosos bosques de los alrededores vivía una bestia que devoraba hombres y hundía los botes que surcaban el río. Por aquel entonces los habitantes de la ciudad eran aún paganos. La apariencia de la bestia, que llamaban Tarasca, no podía ser más aterradora.
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El sincretismo no es una virtud de las religiones judeocristianas, es solo que al pillarnos más cerca, le vemos antes "las costuras", que a religiones más lejanas y exóticas de las que sabemos menos; pero en realidad es algo que le pasa a todas las grandes religiones de masas, en tanto que es como se forman las estructuras mitológicas en la psique humana.
adarvegranadino.weebly.com/la-tarasca-de-granada.html