El trastorno de personalidad narcisista es un trastorno mental que se caracteriza por un patrón generalizado de sentimiento de superioridad (grandiosidad), necesidad de admiración y falta de empatía.

El mito de Casandra ha sido utilizado como metáfora de diversos fenómenos sociales y psicológicos, haciendo referencia principalmente al silenciamiento o descreimiento de aspectos relacionados tradicionalmente con lo femenino por parte de figuras o instancias dominantes. Estos elementos femeninos invisibilizados son, entre otros, la intuición, la imaginación o lo creativo. Este eclipsamiento de las cualidades consideradas femeninas puede ser llamado “complejo de Casandra”.

Hablar de salud mental es bueno, sin embargo no siempre es bueno hablar de salud mental. Lo que a priori parece ventajoso y no oculta nada pernicioso, esconde tras de sí la posibilidad de retraumatizar a personas víctimas de historias y memorias patogénicas. Se hace necesario en el cuidado de la salud mental del otro no confundir el sentido común de la buena voluntad, si es que la hay, con la atención psicológica profesional.

A menudo ocurre que somos mucho más certeros a la hora de aconsejar a personas de nuestro entorno sobre sus problemas, que cuando se trata de resolver los nuestros propios. En el refranero popular, encontramos dos referencias a esta situación: “Consejos vendo que para mí no tengo”, y aquello de “ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio”.