Pablo García, de 34 años, figura en lo más alto de la estructura criminal acusada de enviar los 3.300 kilos de cocaína decomisados en un barco al norte de las islas Canarias el pasado día 18 (operación Sugar Brown). Pero García protagoniza también, junto a su pareja, otro procedimiento judicial, también instruido en Vigo, por gestionar tres chalés de lujo dedicados a la prostitución en donde las mujeres eran explotadas sexualmente...
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