Umar Farouk Abdulmutallab, originario de Nigeria, intentó en 2009 derribar un avión en ruta de Amsterdam a Detroit con 300 personas a bordo mediante unos calzoncillos rellenos de explosivos. Sin embargo al pulsar el detonador el explosivo falló y Farouk fue arrestado por el personal de la tripulación. Ahora la investigación ha concluido que el explosivo se degradó por los efluvios y fluidos corporales pues el frustrado terrorista vistió los calzoncillos durante dos semanas seguidas, sin quitárselos para nada. Farouk cumple condena.
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