Barquillo es sinónimo de ilusión y fuerza, un mapa lleno de aprendizajes para entender de dónde venimos y continuar construyendo respuestas feministas colectivas contra el patriarcado y el neoliberalismo. Una tarea cada vez más complicada en una ciudad como Madrid donde, según señala Justa Montero, integrante de la Asamblea Feminista de Madrid, “los espacios sociales y los movimientos autónomos se enfrentan cada vez más a la persecución por parte de las administraciones para limitar las contestaciones sociales. Tal es el caso de los feminismos
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