Por estos días, en Estados Unidos, las noticias alternan hora a hora entre el virus del Ébola y el Estado Islámico. Con frecuencia se repite la pregunta acerca de si deberíamos desplegar tropas en el territorio. La respuesta es sí, pero no en Medio Oriente. Necesitamos contar con tropas de médicos y tropas de enfermeros para hacer frente al ébola.
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¿Quién da más, las empresas de armamento o las farmacéuticas? Hagan juego, señores, no se preocupen, la banca siempre gana.
El ejército estadounidense es como un país en sí mismo, con la ventaja de que está formado por gente que debe obedecer a rajatabla y arriesgar la vida por contrato, con miembros físicamente entrenados, versátiles, resistentes a situaciones duras, que se pueden defender, equipados con material avanzado, dinero a espuertas y entrenados para trabajar bajo presión y con pocos recursos de apoyo externo.
Sus propios transportes, sus propios ingenieros, médicos, constructores y vigilantes.
Mandar al ejército es posiblemente la operación más completa y autónoma que podía haber enviado EEUU.
Enviar sólo médicos y depender de la cadena de suministros e infraestructuras locales, y estar expuesto a la inseguridad de la situación en manos de las autoridades liberianas es loable, pero mucho más arriesgado también.
PD: EEUU también está enviando médicos no militares ahora para regentar los centros construidos www.reuters.com/article/2014/10/16/us-health-ebola-usa-pentagon-idUSKC