El COI otorgó los Juegos de 2020 a Tokio en gran parte a que el 85% de sus sedes se encontraban en un radio de ocho kilómetros. De momento ese porcentaje ha bajado a un 66%. Tampoco ha cumplido con la promesa de construcción de nuevas sedes, que baja en un 27%. De haberse sabido ¿habría cambiado el signo de la votación que se decantó por Tokio en lugar de Madrid o Estambul? ¿Sabía desde un primer momento la candidatura de Tokio 2020 que su plan económico era inviable pero prometió muchas mejoras e instalaciones nuevas, de imposibl
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Pero en fin, esto es lo de siempre. Todas las sedes olímpicas desde que me alcanza la memoria han estado al borde del incumplimiento desde que salen elegidas hasta el mismo día de la inauguración, y a partir de ese día han sido un desastre organizativo sin paliativos. Todas todas menos Barcelona, claro, que fue lo más de lo más.