Se estima que el costo total del proyecto rondaría los 50000 millones de dólares, equivalente a unas cinco veces el PIB anual de Nicaragua, con la concreta posibilidad de alcanzar la astronómica cifra de 100000 millones de dólares. Según el sacerdote y ex ministro de cultura nicaragüense Ernesto Cardenal, las condiciones del acuerdo serían extremadamente beneficiosas para el consorcio chino ofreciéndole garantías para estar fuera de toda normativa vigente, quedando incluso libre de responsabilidad administrativa civil y penal.
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