Nuestros chorizos han perdido la vergüenza,si es que alguna vez la tuvieron.Hay larga lista de chorizos patrios de cuello blanco cuyo planteamiento de vida en caso de ser descubiertos con las manos en la masa es: aguantar unos pocos años en la cárcel,para poder después disfrutar cómodamente del dinero previsoramente puesto a buen recaudo.Porque aquí nadie devuelve lo robado.Un país donde los chorizos no se avergüenzan de sus fechorías y,antes al contrario,se exhiben a cuerpo gentil por TV,es un país enfermo..Y de suicidarse,ni hablamos.
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