La mujer siempre contrataba los productos aconsejada por su hijo y empleado de la entidad, pero el juez señala que éste carecía "de los conocimientos suficientes para poder valorar los riesgos del producto y dar cumplida información". La mujer, actualmente con 90 años, adquirió preferentes y deuda subordinada por un importe conjunto de casi 100.000 euros.
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