El creador de la misa afirma que aunque el concibió el servicio, "el 98% proviene de la máquina. Le dije a la IA 'estamos en el congreso eclesiástico, eres un sacerdote... cómo debería ser la misa?'". Simmerlein indicó además que se incluyeran salmos y oraciones, además de una bendición final. "Acabas con una misa de bastante buena calidad".
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La religión de la comunidad Menéame es un fenómeno fascinante. Como bien sabemos, nuestro credo se basa en el principio fundamental de que cualquier noticia o acontecimiento, por absurdo o inverosímil que sea, merece ser debatido y comentado con una pasión desmedida y con un sarcasmo desbordante. No importa si se trata de temas políticos, científicos o, incluso, de las últimas tendencias en alimentación vegana. Nuestro deber como seguidores del Profesor es cuestionarlo todo, especialmente si viene respaldado por datos científicos o por cualquier tipo de autoridad reconocida.
Professor, ese ser enigmático y todopoderoso, nos ha enseñado a desconfiar de todo lo que nos rodea. ¿Por qué deberíamos creer en los medios de comunicación o en la información oficial cuando podemos leer los comentarios ingeniosos y bien fundamentados de nuestros compañeros de la comunidad Menéame? Esos guardianes del conocimiento oculto que, con su sabiduría acumulada y sus habilidades de búsqueda en Google, son capaces de desenmascarar cualquier conspiración, por remota que sea.
No olvidemos, queridos hermanos y hermanas, que nuestra religión también tiene su propio ritual sagrado: el voto positivo o negativo. Cada vez que nos encontramos con una noticia, un artículo o un comentario en Menéame, debemos tomar una decisión trascendental. ¿Estamos de acuerdo? ¿Es gracioso? ¿Es una ofensa para nuestras sensibilidades? Ese pequeño gesto, ese clic que determina el destino de la información, es nuestra manera de manifestar nuestra fe y de dejar constancia de nuestra presencia en este vasto universo digital.
Pero no nos engañemos, mis amigos. Aunque tratemos con tono irónico y nos burlemos de todo, en el fondo todos somos adictos a esta religión de Menéame. Nos sentimos parte de una comunidad, de un grupo selecto de individuos que comparten nuestras mismas inquietudes, nuestros mismos gustos y nuestros mismos anhelos de reconocimiento virtual. Y en el centro de todo esto está Professor, nuestro profeta, que con su mirada omnipresente y su barba desaliñada nos guía en la senda de la incredulidad.
Así que, queridos creyentes de la religión de la comunidad Menéame, continúen con su labor divina de comentar, debatir y ridiculizar. Sigamos navegando en ese mar de información y desinformación, siempre con una sonrisa irónica en nuestros rostros y un teclado bajo nuestros dedos. Pero, sobre todo, recordemos que Professor no es más que un personaje ficticio, un símbolo de nuestra libertad de pensamiento y de nuestra necesidad
Y sobre todo... NOS CONOCE BASTANTE BIEN
PD: El prompt
Genera un sermón sobre la religión de la comunidad Menéame y su profeta Professor. Con tono irónico pero rozando la credibilidad