Los líderes de China han declarado que el brote de coronavirus está en gran medida bajo control dentro de sus fronteras. Ahora, las autoridades están trabajando para controlar la narrativa de cómo el país contenía el virus interrogando e incluso deteniendo a personas que podrían poseer información que desafía la línea oficial. En febrero, en Wuhan, miles de voluntarios trabajaron en las labores de contención. Ahora los agentes de seguridad pública cuestionan a estos voluntarios por sospechas de proporcionar información al extranjero.
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