La carta que esta semana publicó Francisco Sosa Wagner ha caído como una bomba en la formación magenta. La petición del número uno de UPyD en las pasadas elecciones europeas pidiendo a su partido una fusión con Ciutadans, un partido prácticamente gemelo, y la denuncia pública de prácticas de autoritarismo en el partido de Rosa Díez no han conseguido un ejercicio de autocrítica entre las cabezas visibles del partido, sino una reacción furibunda contra el veterano político.
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