El mundo de la alta cocina todavía sigue asimilando la triste desaparición de Benoît Violier mientras la policía continúa investigando las posibles causas del suceso. Es inevitable reflexionar en torno a la presión con la que deben convivir los grandes chefs que consiguen alcanzar la gloria de los máximos reconocimientos. No en vano, son ya muchos los cocineros que renunciaron a sus estrellas Michelin para ser felices y sufrir menos estrés
|
etiquetas: cocineros , alta cocina , estrella michelín
No.
Basándome en mi experiencia personal cuando estuve trabajando "de prácticas" durante tres meses en un restaurante que creo que a dia de hoy tiene dos estrellas michelín, he de decir que en general todo el equipo de este tipo de restaurantes carga con un estrés brutal. Jornadas de 14 horas (yo me tiraba 17 fuera de casa y luego ni dormía por la tensión), un nivel de exigencia altísimo y la predominancia de la ley de la jungla (o te los comes o te comen)... Hasta la señora que fregaba los platos estaba medio calva del estrés.
El tipo que ponía nombre al restaurante se regodeaba de cómo se iba a comprar a Nueva York el fin de semana (después vino con las bolsas a mostrar lo que había comprado), el multimillonario tenía a más del 80% de los chavales trabajando gratis como animales y ni se dignaba a pagarte el autobús. También había buenísima gente con la que daba gusto trabajar y que sabía hacer las cosas en equipo, pero por lo general, a esos niveles me parece uno de los trabajos para los que más resistencia física y mental hay que tener.
Pues bueno, esto es una revisión culta (es decir, a la francesa) de la verdad en la que se sustenta el popular aforismo.
Básicamente, el tío "que le ponía el nombre" al restaurante, el considerado superchef de la hostia, se dedicaba a trabajar con el jefe de cocina en el concepto de los platos que se van cambiando cada temporada. El jefe de cocina es el que realmente curraba con el equipo todos los días, y que además tenía la responsabilidad de que todo saliera bien, al otro prácticamente no se le veía el pelo. Pues ese jefe real es el que merecía la pena, y junto a otros que también eran buena gente son la mayor razón para querer morderme la lengua. Aunque lo dicho, gracias por el apoyo anónimo
Busca la cantidad de cosas que vende Mitsubishi, que igual te da un patatús.
Te podra gustar o no pero preguntar cosas como "pero pasaria un examen de cocina realmente ?" es una gilipollez de tal calibre que solo queda reir.
Trabajar en cualquier cocina es muy sacrificado, pero mola. Supongo que somos masoquistas por definicion.
Tras llevar unos años en el mundillo solo puedo decir que entiendo a todos estos cocineros que renuncian a sus estrellas. Como todo mundillo vive de continuas chupadas de polla entre unos y otros, en el que todos se dedican a cerrar el circulo lo maximo posible aunque dentro no este pasando nada. Repeticiones de formulas hasta la extenuacion. Mucho cuento y mucha tonteria. Y en España seguimos diciendo que somos los mejores cuando hace años que es mentira.
Y eso está pasando en la cocina, en la música, en el teatro...
Tu si fueras camionero e hicieras las mismas rutas muy a menudo, también conocerías de sobra los sitios donde se come bien y a buen precio.
Porque para lo que comentas, con perder las estrellas se acabó, renunciar a ellas solo puede ser un paripé para intentar que luego la gente no te infravalore por perderlas, pero eso de "por estrés" suena a excusa barata.
La cresta ya lo remata...vas a un restaurante a comer no a tomar minis a un concierto de SKAP
Que quien controla eso? Pa que quieres saber eso, jajaja saludos. Lo siento pero esa es la mejor respuesta desgraciadamente.
Yo entiendo perfectamente que el tipo caiga mal, por el motivo que sea, pero de eso a insinuar que por tener cresta, o porque te parezca un gilipichis no es un buen cocinero...
#55 Lo estaba pensando también
#61 Y a las de arte moderno o contemporáneo. No te olvides.
Y así evitamos muchos otros programas absurdos y faltos de contenidos, moral y ética.