El asunto de la contaminación luminosa es un caso más que ejemplifica el grado de estulticia que está alcanzado el ser humano. La sobreiluminación de las calles de nuestras ciudades, sobre todo las españolas, es tal que la Vía Láctea ya no se puede ver…
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etiquetas: contaminación , insectos , extinción , luces
Se selecciona el color y los tonos 4000K e incluso 3500K en algunos casos son menos dañinos para los insectos.
Lejos quedaron aquellos globos que iluminaban hacia el cielo y otras iluminaciones ineficientes que buscaban rivalizar en a ver quién tenía la ciudad con más luz.
Salvo Vigo en Navidades.
Hace tiempo que se está demostrando su perjuicio pero parece que la comodidad prima, y debería regularse atenuando las bombills y reduciendo de ser posible la cantidad de puntos de luz de una vez por todas, por ley.
#2: Es que yo he visto luminarias encastradas en el suelo... No solo no ayudan a iluminar el suelo sino que su luz va directa a los ojos y al cielo, no sé a quién se le ocurrió la idea.