Un corrimiento de tierras fue el detonante definitivo para que la 19ª etapa del Tour de Francia se diese por finalizada este viernes antes de la subida final a Tignes. Las precipitaciones que cayeron sobre la zona reblandecieron el terreno hasta el punto de que una masa de lodo se desprendió de los márgenes de la carretera y ocupó la calzada entera, impidiendo el paso.
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