No hay nada claro. En un principio casi todo el mundo dio por hecho que Rocky, un pastor belga, había atacado y matado a su dueño, Juan Antonio, cuando le daba de comer el pasado 14 de mayo en una zona de huerta de la pedanía murciana de Beniaján. Ahora se abren otras hipótesis, como que en realidad el can quiso ayudar a su dueño arrastrándolo tras sufrir un desvanecimiento, y de ahí las heridas que presentaba el cuerpo del fallecido en las extremidades.
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