Actualidad y sociedad
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Cuando el candidato es la marca del partido

A priori es algo arriesgado: precisamente lo bueno de tener una marca potente es que precisamente no dependes de una sola persona, sus reacciones y posibles errores no tienen por qué manchar la de todo el partido, y da una imagen más plural y democrática. Por otro lado, potenciar la marca el candidato puede ayudar a dar más visibilidad a partidos a los que, al no tener representación parlamentaria, les resulta mucho más difícil hacerse un hueco en los medios y que cuentan con un líder cuyo reconocimiento es mayor.

| etiquetas: política , marketing

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